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Los 'vigilantes' mulsulmanes de Ciudad del Cabo amenazan de muerte a los traficantes de droga

, Un millar de musulmanes surafricanos, armados y enmascarados, tomaron en la madrugada de ayer los barrios de Ciudad del Cabo que controlan los narcotraficantes con una advertencia: que desaparezcan si no quieren correr la misma suerte que Rashaad Staggie, quien fue quemado vivo y rematado a balazos el domingo durante una manifestación similar, acusado de codirigir, con su hermano gemelo Rashied, la banda Hard Living (Vida Dura), la más temida de la ciudad.

Custodiados a distancia por seis vehículos blindados de la policía, una flotilla de coches patrulla y un helicóptero, los miembros del grupo antidelincuencia Pueblo contra la Droga y las Pandillas (PAGAD) concluyeron su marcha sin más incidentes que sus gritos de "¡Alá es grande!" y "¡muerte a los traficantes!" y con el anuncio de otra aún mayor para el domingo. Los miembros del PAGAD justifican sus acciones en que "la policía no hace nada" y funcionan como patrullas de vigilantes contra el narcotráfico y las pandillas callejeras. El ministro de Seguridad surafricano, Sydney Mufamadi, tenía previsto llegar ayer a Ciudad del Cabo para investigar por qué la policía fue incapaz de impedir el linchamiento de Rashaad Staggie.

Uno de los manifestantes, que pidió no ser identificado, aseguró que entre los miembros del PAGAD hay guerrilleros islámicos entrenados en Libia antes del cambio de régimen en Suráfrica, en 1994.

Desde Johanesburgo, trascendió ayer que los vigilantes tienen un "campo de entrenamiento secreto a unos veinte kilómetros de Ciudad del Cabo". Fuentes gubernamentales negaron tener conocimiento de ello.

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