Cientos de jóvenes saharauis exigen trabajo en la capital marroquí
Cientos de jóvenes procedentes del Sáhara Occidental y zonas limítrofes están concentrados desde hace días en las puertas de Rabat. Llegan para pedir trabajo, pero la policía no les deja entrar en la ciudad. Los saharauis se han instalado en un edificio en construcción que linda con la autopista que une Rabat con Casablanca.Desde el edificio, a la entrada de Rabat, proclaman lemas en demanda de empleo. Les rodean fuerzas antidisturbios que impiden el acceso al lugar. Llevan varios días repitiendo esporádicamente las manifestaciones pacíficas, sin éxito.
Altos responsables del Ministerio marroquí del Interior mantuvieron ayer varias entrevistas con representantes de los saharauis. Les han prometido que sus peticiones serán atendidas en cuanto desistan de su actitud desafiante. Los saharauis, sin inmutarse, exigen un compromiso escrito antes de volver a su lugar de origen.
Provienen de El Aiun, Smara y Dajla (en el Sáhara Occidental) y zonas limítrofes como Tan-Tan y Guliminia (en el territorio internacionalmente reconocido como marroquí). También figuran algunos tránsfugas recién llegados del Tinduf, la sede del independentista saharaui Frente Polisario, en territorio argelino. Sin embargo, el móvil no parece ser político, sino social.
Primera protesta
Una gran bandera marroquí estaba desplegada sobre grupos de mujeres sentadas en el asfalto bajo jaimas (tiendas) improvisadas, mientras que los hombres coreaban consignas como "¡El Sáhara es nuestro Sáhara y el rey nuestro rey!". Es.la primera vez que jóvenes saharauis se desplazan a la capital para llevar a cabo una acción de protesta masiva motivada, según fuentes diplomáticas, por la irregular política de reinserción practicada por la Administración de Rabat con la población de la antigua colonia española.Desde que empezó la guerra con el Polisario, en 1976, el Gobierno marroquí ha primado la fidelidad de los saharauis que le son afines con prebendas y privilegios de los que carecen los súbditos de otras zonas. Al final, ha creado también desigualdades en el seno de la comunidad saharaui.
Mientras que líderes del movimiento independentista que se han pasado a Marruecos disfrutan de espléndidas residencias y cargos públicos en Rabat, otros grupos sociales que han permanecido en territorio del Sáhara Occidental, aún bajo control marroquí, siguen viviendo ahora con la misma austeridad que antes de la colonización española.
Rabat y el Polisario continúan disputándose la soberanía del Sáhara Occidental desde la retirada española del territorio, a principios de 1976, y tras la suspensión este año por la ONU del proceso iniciado para convocar un referéndum de autodeterminación en la zona debido a la falta de acuerdo entre las partes.
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