Caso omiso a la inscripcion previa en el encierro de Manzanares el Real

, El bando del alcalde, el independiente José Manuel Ruiz, donde aseguraba que "es necesario que todas las personas que deseen tomar parte en los encierros y sueltas de vaquillas se inscriban previamente en el Ayuntamiento, donde se les facilitará un distintivo, condición indispensable para participar", se quedó en un mero consejo. Ni los 400 inscritos en la casa consistorial corrieron a los novillos del encierro de ayer en Manzanares El Real (3.000 habitantes), ni los 100 participantes que bajaron una y otra vez -los cinco astados se soltaron de uno en uno por los alrededor de 500 metros de recorrido llevaban el pañuelo verde que les acreditaba como inscritos. Ruiz aseguró al terminar el festejo, en el que nadie sufrió ni un rasguño, que durante los encierros del sábado y el domingo los agentes del orden serán más severos.

A la hora prevista, las nueve de la mañana, el encierro no tenía visos de empezar. Cinco minutos después, el alcalde, con su pañuelo verde al cuello, ordenó a la policía local que limpiase el recorrido. Los agentes, seguidos por dos números de la Guardia Civil, y dirigiéndose casi siempre por su nombre a los que no porta ban el distintivo o presentaban síntomas de ebriedad, les pidieron sin mucha insistencia que se colocaran al otro lado de las talanqueras. Alguno protestó: "Después de conducir más de 100 kilómetros, ¿cómo no voy a poder correr?", se quejó un muchacho. Pero la cosa no fue a más. "No hemos querido ser muy rigurosos. Es el primer día, había poca gente y nos conocíamos todos. A aquel que estaba en malas condiciones [ebrio], tres personas, sí se les ha retirado", explicó el alcalde. Aseguró que la gente de fuera de Manzanares no se había enterado de que era obligatorio inscribirse. Por eso decidió, al terminar el festejo, ampliar el plazo hasta las 14.30 de hoy.

Ruiz no sabe si la inscripción previa -que no es obligatoria, según el nuevo reglamento taurino, que lo deja a la elección de los ayuntamientos- arraigará en su pueblo. Lo decidirá cuando hayan acabado los encierros -el último es el martes- y haya escuchado todas las opiniones al respecto. Entre los integrantes de las 17 peñas del municipio hay división de opiniones: algunos alaban la idea porque evita riesgos al suprimir los espontáneos, otros se quejan de que la medida excluye al que no se haya enterado o no haya podido inscribirse.