México aprueba la reforma para acabar con los conflictos poselectorales
El control electoral ejercido por el Partido Revolucionarlo Institucional (PRI) en México, que le ha permitido mantenerse 67 años en el poder y convertirse en el partido de Estado más antiguo del mundo, acabó ayer. El Congreso (Senado y Cámara de Diputados) aprobó por unanimidad una ambiciosa reforma electoral pactada previamente entre Gobierno y partidos políticos, de la que se espera que ponga fin a la retahíla de conflictos poselectorales que sufre el país después de cada elección.La oposición pidió respetar en la práctica lo pactado, el Gobierno se congratuló del éxito, y todos expresaron su confianza en que México pueda disfrutar a partir de ahora de comicios sin mácula. La próxima cita es el año que viene. La reforma, que implica cambios en 18 artículos de la Constitución mexicana, es un tanto que se apunta el presidente de la república, Ernesto Zedillo.
En su toma de posesión, en diciembre de 1994, Zedillo prometió impulsar un pacto que pusiese punto final a las impugnaciones electorales. Pocos le creyeron fuera de las filas gubernamentales. Veinte meses después, zarandeado por la peor crisis económica que se recuerda en México y con un conflicto guerrillero heredado en el sureño Estado de Chiapas, el presidente ha cumplido su promesa.
Ciertas facciones del propio PRI se han resistido hasta el final a algunos de los cambios aprobados esta semana. Especialmente los que ceden el control del Gobierno sobre el Instituto Federal Electoral (IFE), el organismo que organiza los comicios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.