El arqueólogo de Colmenar Viejo denuncia unas obras sin licencia en la ermita de los Remedios
El arqueólogo de Colmenar Viejo (30.000. habitantes), Fernando Colmenarejo, ha denunciado ante el Ayuntamiento de la localidad las obras de empedrado realizadas durante las tres primeras semanas de julio, sin licencia municipal, junto a la entrada del restaurante de la ermita de la Virgen de los Remedios, un enclave que se levanta sobre uno de los yacimientos arqueológicos de la época hispano-visigoda más importantes de la Comunidad de Madrid.Las obras, autorizadas por la Hermandad de los Remedios y realizadas altruistamente por la asociación de canteros de la loca lidad, han consistido en el enterramiento de unos 16 metros cuadrados de la zona de acceso al restaurante. Aparte del adoquinado, los canteros locales han tallado una fuente de piedra frente al bar.
"Tanto la ermita como su entorno están protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana de Colmenar por su interés histórico-cultural. Antes de hacer obras es necesario un estudio técnico que permita conocer mejor el yacimiento para evitar que se dañe", dice Colmenarejo.
El arqueólogo, que visitó las obras el pasado 14 de julio, asegura haber encontrado allí varios fragmentos de cerámica, un borde y tres amorfos, "posiblemente de la época altomedieval".
El hermano mayor de la Her mandad de los Remedios, Francisco García, reconoce que no se pidió licencia al Ayuntamiento, "porque nunca se ha hecho", pero niega que se haya podido dañar el yacimiento. "Las obras se han hecho en una zona donde van las acometidas de luz y agua. Si hubiera habido algo, ya se habría descubierto, y no creo que por poner unos adoquines se haya estropeado algo", dice.
El alcalde popular de Colmenar, José María de Federico, argumenta casi lo mismo que García. "La hermandad nunca ha pedido permiso para hacer obras en la ermita, y no sé por qué. A partir de ahora les diremos que cumplan con ese trámite administrativo, aunque mientras yo sea alcalde no les cobraré ni un duro", asegura.
Ésta no es la primera vez que el arqueólogo denuncia las obras sin licencia consentidas por la Hermandad de los Remedios. En febrero de 1995 Colmenarejo denunció el encubrimiento casi total de la necrópolis hispano-visigoda, descubierta en 1968 en el suelo de la ermita, por el cambio de baldosas que se realizó en la capilla. Hace tres años, la hermandad instaló un cristal blindado de casi dos metros de longitud en el suelo de la ermita para que se pudiera ver este yacimiento. Tras la reforma del año pasado, el escaparate arqueológico en el que se podían ver dos tumbas excavadas en roca -una de un adulto de 1,8 metros de largo sobre cuyo vientre se construyó otra de un niño- se quedó en 60 centímetros.
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