Ruiz-Galardón aprueba el decreto de espectáculos taurinos más duro de España

Los presupuestos de los muncipios madrileños aficionados a los toros sufrrán una cornada anunciada. Los encierros de sus fiestas populares serán más caros de lo previsto tras la aprobación, ayer, del nuevo decreto regional de espectáculos taurinos -el más duro de los existentes en España, según el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón-. La norma regional entrará en vigor el lunes tras su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad. Los alcaldes temen que sus presupuestos municipales no soporten las exigencias de la normativa de encierros.

El nuevo reglamento obliga a los ayuntamientos a limitar el tiempo de duración de los encierros, instalar vallas dobles en el kilómetro de recorrido (unos cinco millones de pesetas, según calcula el alcalde de Fuentidueña del Tajo, Juan Mora), contratar seguros obligatorios para cubrir posibles accidentes (otro millón), contratar un quirófano móvil para atender a heridos y habilitar corrales especiales para el reconocimiento de las reses. Esta última medida no será obligatoria hasta el 1 de enero de 1997. La inscripción previa de los corredores -idea lanzada hace un año por Ruiz-Gallardón- no será obligatoria.Los siete pueblos que ya han pedido autorización para celebrar sus carreras con toros en los próximos días se regirán por el antiguo reglamento y se ahorrarán unos millones. Cuatro de estos municipios ya tienen el permiso regional y los otros tres (Torrejón de Velasco, Cabanillas de la Sierra y Manzanares el Real) están pendientes.

Los alcaldes se quejan del decreto que viene: "No tenemos dinero suficiente a estas alturas del año para ampliar nuestro presupuesto de encierros. Y sin dinero no podemos cumplir los requisitos del decreto". El presidente de la Federación Madrileña de Municipios, Luis Partida (PP), aconseja a los ayuntamientos que eliminen los encierros si adecuarse a la nueva normativa les resulta muy costoso y no cuentan con una gran tradición, informa Arantxa G. de Sola. El municipio que él gobierna, Villanueva de la Cañada, tomó este acuerdo por unanimidad en el pleno y suspendió los encierros en las fiestas de Santiago, que comenzaron el pasado jueves. "La negociación con las peñas fue tensa, pero es posible convencer a los vecinos si se utilizan los argumentos adecuados. Muchos ayuntamientos soportan una deuda importante y otros necesitan realizar inversiones", explicó Partida. Este regidor estima que la obligatoriedad de que tres cabestros acompañen a los toros, aunque éstos se suelten de uno en uno, la cobertura de los seguros y el tener que poner una UVI cada 500 metros del recorrido del encierro encarecen mucho este festejo.

Dinero por seguridad

El consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, no acepta la excusa de los regidores: "Desde febrero, todos los municipios conocían el contenido del reglamento. También sabían que se iba a aplicar este verano. No es razonable que se escatime dinero cuando estamos hablando de la seguridad de los corredores; hacer una modificación presupuestaria es sencillo". Ruiz-Gallardón insistió ayer en esta idea: "Perseguimos un triple objetivo: la seguridad física de las personas, el respeto a las tradiciones locales y la protección de los animales". Las modalidades del toro embolado o de las carreras por el campo quedan prohibidas.Móstoles (199.411 habitantes) se ha preparado para respetar la nueva norma. Sus encierros terminarán en el coso taurino y no al pie de la rampa de un camión, como hasta ahora. "Los encierros de este año serán como los de Pamplona", sentencia el concejal de Cultura, Iván García (PSOE).

Con las modificaciones introducidas en Móstoles, el recorrido se ha quedado especialmente corto (poco más de 500 metros), motivo que costó el año pasado el apedreamiento del consistorio y la detención de 14 personas. El Ayuntamiento ha previsto diversión para calmar la ira: "Una vez en la plaza, se soltarán vaquillas para que la gente siga corriendo si quiere", anuncia García, informa Susana Moreno.

La seguridad de los encierros ha obligado al gobierno local a contratar sólo a profesionales: 12 personas, entre pastores y dobladores, además de un director de lidia y un asesor. Para cumplir la norma, Móstoles ha tenido que duplicar el presupuesto previsto para sus encierros.