El retorno de un golpista "demócrata"
Pierre Buyoya, de 46 años, perteneciente a la minoritaria etnia tutsi y desde ayer nuevo presidente de Burundi, es un antiguo golpista que, paradójicamente, introdujo la democracia en el país centroafricano hace nueve años. El comandante Buyoya había accedido al poder en 1987, después de derrocar en otro golpe incruento, el 3 de septiembre de ese año, al coronel Jean Baptiste Bagaza, su rival de tribu y que actualmente representa una de sus mayores amenazas.
Nacido en una pobre familia de agricultores de Rutovu, en el sur, Buyoya eligió la carrera militar después de realizar sus estudios primarios en una misión católica de esa localidad para completarlos luego en Bélgica, la antigua metrópoli. Se formó en la Escuela Real de Cadetes de Bruselas y después en la Academia Real Militar de Bélgica entre 1967 y 1975. Paralelamente, estudió sociología.
En 1979, Buyoya fue nombrado miembro del comité central de la Unión para el Progreso Nacional (Uprona), por entonces el único partido autorizado, en Burundi. En 1984 ascendió al Estado Mayor del Ejército burundés. Cuando llegó al poder en 1987 prometió "construir un Burundi moderno" a través de cambios profundos. Inició una política de lucha contra la corrupción, puso en marcha un programa de liberalización económica y normalizó las relaciones con la Iglesia católica.
Después de las matanzas entre hutus y tutsis de 1988 en el norte de Burundi, creó una comisión para la reconciliación nacional y nombró un Gobierno de mayoría hutu. Jugando la carta de la democracia, Buyoya decidió impulsar un sistema multipartidista.
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