El PP responde a las críticas socialistas con alusiones a los GAL

El Partido Popular y el PSOE se enzarzaron ayer en una agria disputa por la expulsión de los 103 inmigrantes africanos. Los populares, a través de su portavoz de Interior, Ignacio Gil-Lázaro, advirtieron al PSOE que no van a permitir que se olvide el pasado del Gobierno socialista. "El partido de los GAL no puede dar lecciones de derechos humanos", dijo Gil-Lázaro. Más prudente, pero con tono de aviso, el presidente del Gobierno, José María Aznar, calificó de "manifiesta irresponsabilidad las declaraciones de algunas personas, que deberían medir más sus palabras", en referencia al juicio que el caso mereció el pasado lunes para la ejecutiva socialista.

El próximo lunes el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, explicará ante el Congreso lo ocurrido. El Gobierno pidió esta comparecencia un día después de que PSOE, por un lado, e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, por otro, presentaran un escrito en el Registro del Congreso en el que pedían al ministro que explicara los hechos ocurridos con estos 103 inmigrantes. "Estoy deseando dar explicaciones", aseguró Mayor Oreja.

El ministro, así como el presidente del Gobierno, utilizaron un tono mesurado para hablar del asunto, y correspondió al diputado popular y portavoz de estos temas, Ignacio Gil-Lázaro, subir el tono que causó "estupor" en las filas socialistas, según manifestó el secretario general de ese grupo, Jesús Caldera.

Deportaciones en el pasado

Si se cumpliera lo que dijo Gil-Lázaro, la comparecencia del lunes del ministro Mayor Oreja no sería tanto para explicar lo ocurrido con estos 103 inmigrantes como para revelar datos de la etapa socialista en relación con este tipo de deportaciones. "Se va a explicar la política del Gobierno de los últimos años y el PSOE tiene, que saber que el Grupo Popular va a intentar que nadie olvide su pasado".A continuación, Gil-Lázaro dijo: "El Grupo Popular no está dispuesto a recibir lecciones sobre derechos humanos del partido de los GAL y de quienes miraron hacia otra parte cuando ocurrieron esos hechos oscuros".

El secretario general del Grupo Socialista, Jesús Caldera, no quiso entrar en estas acusaciones ni tampoco entrar a comentar qué puede significar para el PSOE la afirmación de Gil-Lázaro de que los socialistas son "prisioneros de su pasado". Caldera confía en que el ministro del Interior hable el próximo lunes de lo que quiera, pero sobre todo de los 103 casos en cuestión. "Y si en otras etapas alguien actuó de la misma manera deberán exigirse responsabilidades", dijo Caldera.

Los socialistas se preguntaban ayer si alguien sabía de la existencia de hechos de esta naturaleza en su prolongada etapa de gobierno. El ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch aseguró que, de la manera que lo ha hecho el PP en el caso de Melilla, nunca se había actuado.