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Ponga a Major en su mesa

El jefe del Gobierno británico y algunos de sus ministros se 'alquilan' para cenas con ejecutivos con el fin de recaudar fondos para el partido

"Alquilan al primer ministro", anunció ayer en un titular de primera página el dominical londinense The Observer. ¿Quién alquila a John Major? ¿Qué ofrece el jefé del Gobierno británico?, fueron las preguntas inmediatas que se hicieron los lectores del semanario. The Premier Club, una organización creada el pasado mes de noviembre y de la cual el líder conservador es uno de los patrocinadores, facilita los servicios de Major y miembros de su Gabinete a cambio de cuotas. La máxima tarifa, 100.000 libras al año (unos 20 millones de pesetas), garantiza dos encuentros privados con el jefe de los tories. Por 10.000 libras, los socios del club pueden, en cambio, cenar con otros responsables gubernamentales.El rotativo asegura que desde noviembre, el viceprimer ministro, Michael Heseltine, y Roger Freeman, responsable de servicios públicos, han presidido sendas recepciones privadas.

La iniciativa tiene un atractivo especial para dirigentes de industrias y financieros, tanto nacionales como extranjeros. Arropados por un ambiente selecto y confidencial, los socios pueden sacar a relucir temas y políticas de interés para sus respectivas empresas.

El club no garantiza un resultado satisfactorio, pero se compromete a organizar veladas "reducidas y privadas" con altos responsables conservadores. "Surge a veces un tema político muy delicado: explicamos a los socios la mejor forma de salvarlo", declaró la secretaria del The Premier Club, Francés Prenn, a un periodista del Observer que se hizo pasar por el ayudante de un pudiente empresario.

"Si el socio tiene un determinado problema financiero, le ayudamos a encontrar la respuesta. No podemos prometer un resultado concreto, pero le ofrecemos la oportunidad de dar a conocer su punto de vista", agregó Prenn.

De acuerdo a la investigación del semanario, las cuotas del club pasan directamente a las arcas del Partido Conservador. No es necesario, además, declarar esta supuesta donación política. El club sabe cómo solventar esta pequeña dificultad que impone la legislacíón británica. "Se declara como un gasto en concepto de entretenimiento o alguna otra actividad similar", explicó la secretaria al camuflado periodista.

Cuando esta exclusiva asociación fue fundada el año pasado, el Partido Conservador tenía un descubierto de 11 millones de libras (más de 2.000 millones de pesetas). El Premier Club sería el vehículo para recortar la deuda y afianzar las arcas en vísperas de unas elecciones previstas para la próxima primavera.

El Gobierno se resiste a modificar la legislación referente a la financianción de Partidos políticos que garantice 'la transparencia de las transacciones. El secretismo domina la situación, como se demostró en la campaña electoral de 1992. Entonces, los conservadores recaudaron 20 millones de libras (unos 4.000 millones de pesetas), pero tan sólo se conoce la procedencia de cinco millones de libras.

De confirmarse la denuncia de The Observer, Major deberá responder al escándalo de tráfico de influencias más grave de los últimos años. Diputados conservadores han recibido dinero a cambio de favores políticos en el Parlamento de Westminster. Pero hasta la fecha, el primer ministro aparecía limpio a los ojos de los electores. Se distanció incluso de la controversia de las donaciones dejando recientemente sus funciones en manos del presidente del partido. Pero Major figura como uno de los Patrones del Premier Club, una organización que ofrece "beneficios únicos a sus estrictamente privados y confidenciales socios".

El primer ministro no respondió ayer a tan serias acusaciones y su partido se limitó a decir: "No comentamos sobre las donaciones". Los tories mantienen su secretismo tradicional.

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