Lusofonía

LA IMPORTANCIA de las unidades lingüísticas de gran extensión crece en un mundo sometido a una intensa competencia industrial y política derivada de la revolución de las comunicaciones. En este contexto resulta significativo el nacimiento, el pasado miércoles en Lisboa, de la Comunidad de Países de Lengua -Portuguesa (CPLP), más conocida ya como Lusofonia, en comparacion con la Commonwealth británica y las cumbres de la francofonía. Los 200 millones de habitantes de habla portuguesa, en siete países de África, América, y Europa suponen una muy apreciable base para la nueva entidad.El presidente de Portugal acertaba al considerar que los países se imponen hoy por el peso de su lengua, entre otros activos. El entramado de intereses audiovisuales que se está generando, por ejemplo, entre Brasil -una de las posibles potencias mundiales del siglo venidero- y nuestro vecino Portugal justificaría ya por sí mismo esta iniciativa. -

. La lusofonía despierta con una reconocida voluntad política. Sus siete integrantes -Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe-,ya han acordado promover la candidatura brasileña como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. La nueva red lusófona servirá además de complemento a la Comunidad Iberoamericana, en la que participan también Portugal y Brasil. Ésta es, pues, una buena iniciativa que debe, contemplarse con interés y simpatía desde España.