Me saqué el carnet en París
Por lo menos,cuando me echen de esto podré conducir el autobús nuevo del equipo. Bueno, si me deja Manolo. En fin, he terminado el Tour, ya tengo carnet de ciclista. He cumplido un sueño de cuando empecé a andar en bici. Algo que hasta me, asustaba plantearme entonces: ¡jo, acabar el Tour! He conseguido terminar la vuelta más grande. He visto la torre Eiffel desde una bicicleta y en pelotón. Sólo con saber lo que me ha costado a. mí puedo valorar lo, grande que ha sido lo que ha, hecho Miguel durante cinco años seguidos. 0 Riis, éste. No hay más. Más alto no se puede llegar.La fécha, el hecho de que se celebre en julio, hace mucho paraque ésta sea la carrera más grande. Y, claro, también cuenta la calidad de la gente que participa. Aquí han estado los, en teoría, 22 equipos más fuertes del mundo, y dentro de cada uno de ellos, los nueve hombres más fuertes, los más en forma en este momento. Eso se traduce en que puede que en la clasificación general sólo tengan interés unos cuantos, pero que también está la casi docena de sprinters que tienen interés en las etapas llanas; y otros tantos que se reservan para las de media montaña, para estar todo el tiempo ensayando fugas; y los escaladores para las etapas de alta montaña, que no faltan. No hay día de descanso: ni siquiera el oficial, ya que el día del calendario en el que no hay etapa tienes que hacer un entrenamiento serio para no salir- mal el, día siguiente.
Y por si todo eso fuera poco, falta la descomunal envergadura y alcance que tiene el Tour. Todos los medios informativos viven pendientes de lo que aquí pase. Cualquier cosa que haga alguien aquí, por pequeña que sea, tiene más repercusión. Es más importante qué lo que se pueda lograr en otras vueltas y hasta en el Giro.
Desde el principio yo vine convencido de que podía acabar el Tour. Esta es la cuarta vuelta grande que hago -antes corrí tres Giros- y nunca había. pasado dificultades. Lo que más motiva para seguir es intentar hacerlo lo mejor posible. No sólo se trata de hacer lo que otros, que sufren todos los días hasta para ir con el autobús. No es eso. Eso no te da nada. Estar, sin más, eso sí que es una agonía. Se trata de estar y hacer algo. Que tampoco es nada especial.
Escribo antes de la fiesta final del equipo en un hotel de París. Ya estuve en la fiesta del Giro de 1993, el segundo que ganó Miguel, y supongo que ésta será parecida. 0 en todo caso, un poco más casera. Un homenaje a Miguel. Un apoyo más al más grande.
Agradezco a EL PAIS que me haya permitido escribir estas líneas cada día. Espero que les hayan gustado a los lectores. A mí, mucho. Hasta el próximo Tour,
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