DESPELOTE EN LA CATEDRAL
El fotógrafo Manfred Schonlau, especializado en acciones artísticas de tipo happening, protagonizó con dos de sus modelos, Heiko y Susana, un escándalo considerable en lo que se considera una profanación del templo más emblemático de Alemania: la catedral de Colonia. Los fieles que el pasado viernes oraban o visitaban la catedral no daban crédito a sus ojos cuando una pareja, los dos mencionados artistas, se despelotó en el mismísimo altar mayor y se quedó con las partes bajas de sus respectivas anatomías cubiertas con una mínima hoja de parra. Al parecer, el fotógrafo, que captaba la escena con su cámara, trataba de representar a nuestros primeros padres, Adán y Eva, y, al mismo tiempo, realizar una especie de protesta por la moral sexual de la Iglesia católica. Tras reponerse de la sorpresa, intervinieron los sacristanes, que intentaron apresar a los profanadores para echarles un abrigo encima que les tapase las vergüenzas. Pero los artistas venían preparados ante esa eventualidad y soltaron varios ratones blancos, aprovechando la confusión para refugiarse en un cercano hotel. La acción de los artistas tendrá consecuencias penales, eclesiásticas y laborales. La policía ha anunciado la apertura de un sumario por escándalo público y obstaculización del ejercicio de la religión. El arzobispado de Colonia ha dejado abierta la posibilidad de si, como consecuencia del acto sacrílego, la catedral ha quedado profanada, realizar una nueva consagración del templo. Y el Gobierno podría encontrar un motivo de satisfacción, porque las autoridades elesiásticas han anunciado la posibilidad de emplear más acristanes. Sin duda, una forma de aliviar el paro, que buena falta hace.- ,
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