Una revolución de oro
El pronóstico era cierto, pero el pronosticador se quedó sin trabajo. Un año antes de que el dinero de la televisión inundara el fútbol, Jorge Valdano declaró que el Madrid tenía una revolución pendiente, que el equipó necesitaba otra vuelta de tuerca, que así difícilmente se repetiría el título de Liga, que puestos así mejor tirar con los chicos de la casa. Pero el club no le atendió, o al menos no le procuró ni la mitad de los jugadores que necesitaba el equipo para aventurarse con garantías en la Liga. Más tarde tomó una decisión que hizo mucho ruido y que permitió que muchos cañones de la prensa apuntaran contra él. Y al fuego de artillería se añadieron varios directivos oportunistas, los mismos que habían asistido pusilánimes a las sucesivas hecatombes deportivas y económicas del club durante los últimos cinco años. Valdano apartó de la titularidad a Laudrup, Luis Enrique y Michel. Contra la especie que se vendió en los corrillos, fue una decisión estrictamente profesional. Valdano cayó en el camino, pero ninguno de los tres jugadores continúa en el Madrid.Parece que alguien ha tomado nota de los vaticinios de Valdano. El presidente, Lorenzo Sanz, se ha hecho cargo de la revolución con tanto entusiasmo que ha provocado una sensación de perplejidad. El club tiene una deuda de 15.000 millones, pero el Madrid quiere ganar la Liga de tacón. Así que en el raid más impresionante que se recuerda en la historia del mercado del fútbol, ha fichado a Mijatovic, Suker, Secretario, Seedorf, Roberto Carlos, ha repescado a Alfonso y ha conseguido que uno de los entrenadores con más cartel del mundo abandone Italia, la tierra prometida del fútbol. Ha sido una escalada de tal calibre que hay gente -el presidente quizá- que se siente decepcionada porque no acaba. de producirse la captura de Karembeu, aunque todo se andará.
El apatoroso despliegue del Madrid tiene dos efectos. Si la deuda de 15.000 millones existe, a nadie le importa. Es la disuasión que produce cualquiera capaz de gastarse 4.000 millones de pesetas en cuatro meses. El segundo efecto tiene una lectura estrictamente deportiva. El Madrid ha pescado a varios jugadores sobresalientes, algunos de ellos entre los mejores del mundo. Ha apuntalado todas sus líneas y alguna resulta espectacular. Cualquier equipo que disponga de Mijatoviv, Suker y Raúl sabe que comienza los partidos con un par de goles en el marcador. Probablemente ningún equipo en Europa tenga tantos jugadores desequilibrantes
Es un equipo con una pinta estupenda, pero un equipo difícil de manejar porque obliga a unas expectativas grandiosas y porque no se ajusta al perfil mecánico que siempre ha manejado Capello en el Milan. El presidente ha fichado de todo, menos centrales. Para esa línea confía en los jóvenes.
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