Clinton anuncia la creación de una red informática para controlar la venta ilegal de armas a los jóvenes
Los homicidios cometidos por menores han crecido en un 418% en 10 años
El presidente estadounidense, Bill Clinton, dio ayer un paso más en sus propuestas para combatir la delincuencia y anunció la creación de una red informática que ayudará a la policía a controlar el tráfico ilegal de armas entre los jóvenes. El proyecto presidencial arranca tras obtener la colaboración de 17 ciudades, que aportarán datos a un ordenador central sobre el origen de las armas de fuego utilizadas en todos los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes. Se intenta de ese modo desbaratar las redes que permiten el gran negocio de los suministradores de armamento.
El objetivo, según Clinton, es invertir la tendencia que hace que "avancemos hacia el siglo XXI cada vez con más violencia juvenil, con demasiados chicos que matan a otros chicos". La situación que debe abordar el programa la describió Ray Kelly, jefe de policía de Nueva York: "Hay un mercado ilegal alimentado por diversas fuentes de transferencias de armas, ventas ilegales, reventas y robos. Estas armas pasan por todos los eslabones de la cadena hasta que aterrizan en manos de adolescentes. Vamos a romper esta cadena".Un programa piloto de este tipo que funciona en Boston, combinado con planes especiales de la policía, ha logrado que en lo que va de año no haya habido jóvenes muertos por armas de fuego, en contraste con la tendencia nacional: a pesar de que las cifras globales de delincuencia descienden desde hace cuatro años, la criminalidad juvenil va en aumento en las principales ciudades del país. Las estadísticas del departamento de Justicia indican que el número de homicidios cometidos por jóvenes menores de 18 años con la ayuda de armas de fuego ha crecido un 418% en los últimos 10 años.
Si el programa LEAD triunfa, el objetivo es que todas las ciudades participen. De esta forma, la policía podrá reconstruir los canales de venta y distribución de armas ilegales en el mercado negro, la principal fuente de suministro de las bandas juveniles, y perseguir judicialmente a los vendedores. "A los que suministran ilegalmente armas a nuestros jóvenes les enviamos este sencillo mensaje: vamos a localizarles, a procesarles y a sancionarles", aseguró Clinton, rodeado de responsables policiales y del matrimonio Chery, de Boston, cuyo hijo fue víctima de un tiroteo callejero. Hasta ahora, y salvo excepciones, las fuerzas del orden no se preocupaban de detectar el origen de las armas, por la saturación del mercado -más de 220 millones circulan legalmente- y a la actividad de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el grupo de presión del sector, con más de tres millones y medio de afiliados y una potente maquinaria con amplio predicamento entre los congresistas. Entre las 17 ciudades que participan en el programa se encuentran Washington y Richmond -segunda y tercera en criminalidad respecto a la densidad de población- y otros focos de delincuencia como Atlanta, Jersey City, Nueva York y Memphis.
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