Tabaco
El directivo de Philip Morris responsable de la peculiar campaña protabaco de su empresa propone un debate público y sin prejuicios sobre el tabaco (véase EL PAÍS del 18 de junio de 1996).Pues bien, ahí va mi aportación al debate: después de ser fumador empedernido, dejé de fumar hace cinco años motivado por el convencimiento de que no era mi voluntad la que encendía el pitillo, sino el entramado publicitario mundial (visible-subliminal-invisible) que trabaja permanentemente a favor de los intereses de las industrias tabaqueras y a costa de la salud y la vida de los ciudadanos.
Tener conciencia de que estaba siendo un juguete en manos de las multinacionales fue un factor de motivación decisivo a la hora de abandonar el hábito.
Invito a otros fumadores a que reflexionen sobre la publicidad del tabaco y la libertad individual.-
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