Pobre y vacío

Ha transcurrido un año desde el acceso del PP al Gobierno de la CAM y de la investidura de Alberto Ruiz-Gallardón, y el balance no puede ser más pobre y vacío.Pobre por la gestión realizada, pero vacío, cuando no contradictorio y aun antagónico, si tenemos en cuenta la promesa realizada (200.000 puestos de trabajo, empleo estable y de calidad ... ).

Hoy podemos decir que la economía madrileña está estancada, se ha desacelerado el crecimiento industrial, han disminuido las obras en construcción, se ha profundizado el desequilibrio fiscal (se recauda cuatro veces más que por el impuesto de sociedades), por cuanto la inversión por habitante que realiza la Comunidad (39.944 pesetas) es muy inferior a la demanda nacional (58.018 pesetas).

Estancamiento que no se produce en el paro, que en Madrid sigue creciendo y que cuenta hoy con 50.000 parados/as más, según la EPA (antiguo catecismo del señor Gallardón) y se ha incrementado la temporalidad en la contratación (22%).

Las privatizaciones siguen el curso ideológico marcado por las consignas del Gobierno del PP, del señor Aznar, insistiendo en que el beneficio social consiste en poner recursos públicos en manos privadas y que tiene en Telemadrid el ejemplo de un acuerdo con CiU a nivel nacional.

Todo ello con el recorte de 20.000 millones del ya de por sí insolidario presupuesto aprobado por el Gobierno regional, que no apuesta por la industria y el empleo, alterando sus propias prioridades presupuestarias. Un año en el que podemos constatar la ausencia de un plan de desarrollo regional que reequilibre social y territorialmente la región.

En definitiva, un presidente y un Gobierno de escaparate en muchas ocasiones, y siempre a las órdenes de La Moncloa, donde creemos que se ha perdido un año de gestión a la espera de elecciones generales y donde los madrileños/as de la CAM, después de un año de funcionamiento del Gobierno del PP, padecen los mismos problemas y las soluciones arbitradas los profundizan aún más.

Desde IU-CM seguimos y seguiremos reclamando políticas beligerantes contra el paro, con apuestas decididas por lo público, por la industria, por el desarrollo sostenible de la región y políticas sociales reequilibradoras territorial y socialmente.