Laín propone la creación de dos cátedras de humanidades en cada facultad de ciencias

El premio Nobel de Química 1995, el mexicano Mario Molina, y Pedro Laín Entralgo inauguraron ayer los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial y de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, respectivamente. Laín Entralgo aprovechó ayer su lección Inaugural en Santander para lanzar una andanada contra "la marca universal del tecnicismo puro" que anega las enseñanzas universitarias y para proponer contra ella una solución nada retórica: que cada facultad de ciencias instaure una cátedra de historia de la disciplina en cuestión y otra dedicada a su teoría y epistemología.

La ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, presidió ayer en Santander la inaguración de los cursos de la UIMP que, junto con el centro del Escorial, constituyen las dos principales universidades de verano. La ministra subrayó en su intervención que la finalidad de la UIMP es contribuir a formar "hombres libres" y que esta institución debe ser "un centro de alta cultura".El centro santanderino arranca este año con un nuevo equipo rectoral y la novedad de unos "cursos magistrales" homologables en contenidos y créditos a varias materias del periodo lectivo de invierno. El nuevo rector de la UIMP, el economista José Luis García Delgado, quiere imprimir un giro más académico a la institución y ha dado por enterrada su faceta de "parlamento de verano", como la llamó Raúl Morodo a principios de los ochenta.

Para dar la salida a ese programa, Pedro Laín desgranó su discurso La formación humanista del hombre de ciencia. "¿Deberemos oír que ha muerto el humanismo?", se preguntó, parafraseando a Plutarco. El escritor, médico y humanista, de 88 años, desempolvó la idea de Ortega de dotar a cada universidad de una "facultad de Cultura", pero sólo para descartarla por inviable en los masificados centros de nuestro tiempo. En su lugar propone Laín que cada Facultad científica cuente con dos cátedras de humanismo que se ocupen de impartir "Ia realidad humana" en que toda disciplina técnica "echa sus raíces".

Para ser algo más que un "ganapán adocenado", el licenciado en una carrera científica o técnica debería, según Laín, estar en disposición de responderse en profundidad a preguntas como "qué", "para qué" o "desde cuando", extendiendo su disciplina a la filosofía, la antropología y la historia de su área de estadio, así como, a sus representaciones artísticas y a la etimología de sus jergas.

Reconoció Laín que el aprendizaje y el ejercicio de una disciplina técnica dejan poco tiempo para la formación humanística, pero, en vista de ello, se planteó un objetivo modesto y cuantificó en " 12 horas al año" durante los cuatro o cinco de carrera las necesidades mínimas. "Estas enseñanzas serían voluntarias", explicó, "pero yo le exigiría un diploma a los que vayan a doctorarse o dedicarse a la enseñanza universitaria y a la investigación.

Mientras, en San Lorenzo de El Escorial, el premio Nobel de Química 1995 Mario Molina, premiado por su lucha de laboratorio contra la destrucción de la capa de ozono, inauguraba la novena edición de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial que contó con la presencia de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino.

Según dijo ayer Molina, el agujero de la capa de ozono comenzará a cerrarse a mediados del siglo XXI y la actual situación del agujero de la capa de ozono "es preocupante pero no alarmante", salvo para la Antártida y países como Australia y zonas del sur de Chile. Molina lanzó en 1974, junto al investigador estadounidense Sherwood Rowland -con quien comparte el premio Nobel-, la alarma sobre el detefioro de la capa de ozono.

En este primer día de curso en El Escorial se hizo homenaje a la víctima de ETA, Francisco Tomás y Valiente, catedrático de derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Este año la Universidad Complutense ha logrado reunir en El Escorial a 1.300 ponentes repartidos en 67 cursos de una semana, siete encuentros (cursos de tres días) y cuatro jornadas en esta novena edición. Además la Complutense organiza por primera vez seis tertulias que llevan por título Retrato en familia, y en las que intervienen descendientes directos de personajes que han marcado la senda de la historia de España, como son la hija y la nieta de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, el nieto de Miguel de Unamuno, el biznieto de Leopoldo Alas Clarín y el de Carlos Manuel de Céspedes, libertador de Cuba.