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Londres, París, Lisboa, Moscú y Nueva York, con taquillas

La red de metro de Londres, París, Moscú, Lisboa y Nueva York dispone de taquillas en casi todas sus estaciones y vestíbulos.El metro de Nueva York, que se jacta de ser el mayor del mundo, se extiende a través de 1.142 kilómetros de vías con 468 estaciones, informa Juan Cavestany. El metro funciona las 24 horas, aunque varias estaciones cierran una de sus entradas o bien dejan de operar por completo a ciertas horas de la noche. Los tornos de todas las estaciones que estén abiertas están siempre vigilados por un empleado en la taquilla. La única excepción es una parada en la línea que lleva al extremo más lejano del distrito del Bronx, donde, por motivos de seguridad, la taquilla se cierra entre la medianoche y las seis de la mañana y el importe del trayecto ha de pagarse a bordo del tren.

En el metro de París, uno de los más completos de Europa, todas las estaciones cuentan, al menos, con un vestíbulo con taquilla, informa Octavi Martí. Esto no quita para que los viajeros puedan adquirir los billetes en las máquinas. Uno de los problemas de los responsables del metropolitano parisiense es el fraude. Se calcula que en la capital francesa, según datos de 1992, se cuelan 400.000 personas al día, lo que constituye el 13% del total de viajeros. Lo que pierde anualmente el metro de París por los defraudadores equivale a la compra de ocho vagones de metro o a la renovación de 35 estaciones.

Dos controles

En Londres siempre hay taquilleras en los vestíbulos, informa Lola Galán. Los usuarios están obligados a pasar dos controles: uno a la entrada y otro a la salida. El fraude asciende a 17 millones de libras al año (3.400 millones de pesetas aproximadamente). Anteriormente el fraude ascendía a 30 millones de libras (6.000 millones de pesetas) al año, pero han logrado reducirlo gracias a un sistema de multas. En el mismo metro hay publicidad que informa de la cantidad enorme que pierden por los que se cuelan.El metropolitano de Lisboa, una pequeña red pendiente de ampliación que intenta descongestionar el caos circulatorio del centro de la capital, dispone en todas sus estaciones de taquillas y máquinas automáticas, informa Javier García. La entrada en la red es controlada siempre a través de las cintas mecánicas que abren el paso al introducirse los billetes.

En el metro de Moscú no hay estaciones sin personal de control, informa Pilar Bonet. Las taquilleras venden una ficha redonda que al colocarla en una ranura de la entrada permite el paso.

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