Serra advertirá al Gobierno del riesgo de entregar los papeles del Cesid

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, advertirá al Consejo de Ministros del riesgo de "pérdida de confianza en nuestros servicios de inteligencia", por parte de sus homólogos extranjeros, si el Gobierno decide entregar a los jueces que los reclaman los papeles del Cesid sobre la guerra sucia. "Hay cosas en las que debemos ser conscientes de que estamos siendo observados desde el exterior", explica.En declaraciones a Abc, Serra afirma que algunos de estos documentos "no están ni han estado nunca" en los archivos del servicio secreto y que, "sin duda ninguna", han podido ser inventados o manipulados por el ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid, Juan Alberto Perote.

"A mí me gustaría muchísimo, porque es la verdad, empezar a hablar más de los documentos de Perote que de los documentos del Cesid. No son los papeles del Cesid, son los papeles de Perote, ya que si alguien tiene facilidad y experiencia en la manipulación de esas cosas son los servicios de inteligencia a los que ha pertenecido desdichadamente Perote", agrega el ministro.

Serra niega la posibilidad de que se hayan destruido documentos: "Todo lo que hay, o está, o ni está ni consta que haya estado nunca". En su opinión, "eso da pie para pensar que se trata una vez más de documentos que a lo mejor ha obtenido alguien haciendo una grabación que tal vez incluso existe, pero que no se ha hecho oficialmente, por lo cual el documento resultante tampoco es, en consecuencia, oficial".

Antes de que acabe este año, el Ministerio de Defensa presentará al Gobierno, según su titular, "una ley de reorganización del Cesid y probablemente también una nueva Ley de Secretos Oficiales, porque la ley actual [cuya constitucionalidad ha cuestionado el Defensor del Pueblo] no sé si se ha quedado obsoleta o no era demasiado buena".

Ley de Objeción papanata

El ministro no descarta reformar la Ley de Objeción de Conciencia ya que, a su juicio, "es la más ingenua del mundo. Insospechadamente ingenua". Serra, que acaba de contraer matrimonio en segundas nupcias, asegura que "es más difícil casarse en España que ser objetor, y eso no se entiende más que desde la óptica de esa buena fe, o papanatismo".También advierte que "los nacidos antes de enero de 1984, por muchas prórrogas que pidan, harán el servicio" militar y se muestra convencido de que el Ejército será profesional en el año 2.001, pese a los problemas presupuestarios, "porque es una clara voluntad política".

Para ello hará falta contratar a unos 10.000 nuevos soldados profesionales cada año, lo que supondrá un coste añadido de unos 20.000 o 30.000 millones de pesetas. El resultado final serán unas Fuerzas Armadas totalmente profesionales con unos 150.000 efectivos, 30.000 menos de los previstos en el actual modelo, según Eduardo Serra.