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150.000 personas saludan la vuelta de los maestros del rock a Hyde Park

Bob Dylan, Eric Clapton, The Who y Ron Wood, estrellas del concierto benéfico

Una familia formada por unas 150.000 personas celebró ayer en Londres el retorno del rock and roll al césped de Hyde Park. Jools Holland y Alanis Morrissette inauguraron una jornada que culminó con las actuaciones de Bob Dylan, The Who y Eric Clapton y supuso el retorno de la mejor música de los 60. Hubo sorpresas en el macro-concierto Maestros de la Música, el primer encuentro pop que se celebraba en el mítico parque londinense desde 1976: Ronnie Wood, de los Rolling Stones, subió al escenario con Bob Dylan y, poco después, David Gilmour, de Pink Floyd, acompañó con sus acordes los, temas de Quadrophenia, el doble disco que The Who sacó en 1973.Dos décadas después, Pete Townshend, Roger Daltrey y John Enstwistle, los tres supervivientes de The Who, decidieron atacar en directo lo que fue su segundo proyecto de ópera-rock. Lo lograron, a juzgar por el entusiasmo del público.

El actor Phil Daniels fue el hilo conductor de este trabajo que rememora las raíces mod de los máximos exponentes del rock progresivo. Intercalando su narración, imágenes de las famosas peleas entre mods y rockers,, que rompieron la paz de las playas británicas a finales de los sesenta, se proyectaron en una gran pantalla.

Otras personalidades, como el actor Stephert Fry y el cantante Garry Glitter, interpretaron diversos episodios del viaje espiritual del estudiante Jimmy, protagonista de Quadropghenia. Durante los ensayos, Glitter había herido involuntariamente a Daltrey al golpearle con la base de un micrófono en un ojo, lo que obligó al solista de The Who a ir al hospital y hacerse un escáner. Finalmente salió a escena con un parche. En é¡ había dibujada una diana.

Townshend ofreció una serie de solos de guitarra y piano que culminaron en una gran apoteosis. Pero la violencia de antaño no hizo mella entre los jóvenes y adultos que se acercaron ayer a un recinto que la prensa británica apodó "parque jurásico". La edad de los artistas no merecía otro apelativo: salvo Alanis Morrissete y un grupo de estudiantes, el resto de los músicos, rondaba los 50.

Bob Dylan subió y bajó del escenario sin decir palabra. Deleitó, sin embargo, con su voz quejumbrosa, en temas como Tangled up in Blue. Ronnie Wood, no se separó de su vera y llegó a entonar a dúo algún estribillo. Antes, la veinteañera Alanis Morrissette de mostró por qué ganó cuatro Grammys en la pasada edición. Levantó a la gente de sus mantas con los temas de su disco Jagged Little Pill.

El honor de la despedida le tocó a Eric Clapton. El autor de Layla, tema que abrió su actuación, estuvo en el mismo escenario en 1969 junto a su efímero grupo Blind Faith. Entonces, los conciertos de Hyde Park, que se celebraron desde 1968 hasta 1976, eran gratuitos. Ayer, la mayoría de las 1.50.000 personas que agradecieron con su presencia y actitud receptiva y formal el retorno de la música al centro de Londres, pagó 8 libras (unas 1.600 pesetas). Las localidades se vendieron en menos c te 48 horas, aunque hubo reventa.

La élite tampoco quedó desatendida. Los organizadores habilitaron dos zonas reservadas donde los asientos se cotizaron entre las 20.000 pesetas y las 40.000. Allí se acomodó el Príncipe de Gales, satisfecho quizá de que su fundación benéfica, Princes Trust, que organizaba el concierto, terminara la jornada con unos beneficios superiores a las 500.000 libras, (unos 100 millones de pesetas). Ésa es la cantidad que se destinará a los jóvenes parados del Reino Unido.

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