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El Gobierno aprueba un marco privatizador sin precisar el calendario de ventas ni los ingresos

El Consejo de Ministros aprobó ayer las bases del marco que regulará las privatizaciones y que tiene el nombre de Programa de Modernización del Sector Público Empresarial del Estado. Tras esta rimbombante denominación sólo hay principios básicos y no un plan concreto que determine un calendario, los ingresos previstos, ni cómo se harán las privatizaciones, cuándo y si están dirigidas al mercado o, a venta directa. El marco se limita, según subrayó el titular de Industria, Josep Piqué, a reseñar las líneas directrices. Eso sí, Piqué subrayó que habrá propuestas inmediatas de ventas y que el Gobierno no propiciará la formación de núcleos duros de accionistas, al tiempo que se apoyará la compra de acciones por empleados.

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El ministro de Industria, Josep Piqué, en una conferencia de prensa ofrecida ayer tras la finalización del Consejo de Ministros, informó que en el proceso de privatización intervendrán tres agentes gestores: la Agencia Industrial del Estado (AIE), la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a quien se transferirán los activos del actual holding Téneo, dependientes de Industria, y la nueva Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPP), que dependerá de Economía y en la que se integrarán las participaciones de Patrimonio. Es decir, estas tres sociedades asumen las funciones que en un principio iba a tener la Oficina de Privatizaciones. Las decisiones, sin embargo, serán tomadas a través de la Comisión Delegada y del Consejo de Ministros.Además, todas las operaciones se someterán al control de la Intervención General del Estado, del Tribunal de Cuentas, del Congreso de los Diputados y de un Consejo Consultivo de Privatizaciones, que estará formado por personas de reconocido prestigio.

El Ministro señaló que el programa de privatizaciones no es un objetivo en sí mismo, sino un instrumento para modernizar la actual configuración del sector público español. El resultado es, según Piqué, "un sector público que no se corresponde con un país que quiere integrarse en la economía global". Por consiguiente, es necesario emprender un proceso de Modernización, que "pasa por acometer una serie de reformas estructurales que sirvan para crear empleo y reducir los déficit. Piqué reconoció que podría haber recortes de plantilla.Cuatro grupos

El programa parte de la idea de que el sector privado y el ahorro privado pueden hacer frente a este proceso. Aunque el programa es vago a la hora de concretar los planes dejando un abanico abierto para que se puedan des prender diversas interpretaciones, Piqué explicó que "no se trata de vender las empresas al mejor postor, sino de utilizar un instrumento de política económica y de política industrial con el objetivo de establecer alianzas estratégicas y de contar con una serie de grupos consolidados, continuó Piqué, quien subrayó que "hacer caja no es el objetivo principal" del programa.

No faltó la referencia a los núcleos de accionistas estables, los llamados núcleos duros que se han formado en las empresas privatizadas y que llevan finalmente el control. "Los núcleos duros existen legítimamente por el propio funcionamiento del mercado y el Gobierno no va a tener una política activa en la constitución de núcleos duros".Mientras, sí parece que se quiere potenciar la presencia activa de trabajadores y colectivos ligados a una empresa determinada (por ejemplo, los estanqueros con Tabacalera). Según el marco aprobado ayer, habrá tramos de acciones para los trabajadores y para esos colectivos sociales, que gozarán de una prima (rebaja) sobre el precio, mientras que los tramos para inversores institucionales estarían gravados con un sobreprecio.

El Gobierno, por otra parte, no renuncia a la posibilidad que brinda la ley de Enajenación de Participaciones en Empresas Publicas, hoy en vigor, para mantener reservas de control en alguna empresa, aunque "no para que sean utilizadas de forma generalizada ni indefinida".

Las privatizaciones no sólo se harán en la Bolsa. Algunas empresas se venderán directamente y en ellas intervendrán los bancos de negocios a los que se encargará de buscar comprador y si llega el caso, proponer un concurso. Pique dijo que las subastas serán el procedimiento habitual para las ventas de otros activos (inmuebles ... ). Y estimó entre 2,5 y 3 billones el valor global del sector público.

El programa establece cuatro grandes categorías de empresas. El primero, está compuesto por empresas que están ya consolidadas y que, por tanto, se encuentran en condiciones de ser privatizadas de inmediato. El segundo comprende aquéllas que operan en sectores que, con anterioridad a la privatización, deben ser desregulados y abiertos a la competencia. El tercer grupo está formado por aquéllas que requieren un proceso de consolidación que garantice su futuro, como paso previo a la privatización. Finalmente, en el cuarto grupo se incluyen aquellas empresas cuya supervivencia depende actualmente de los Presupuestos del Estado. No se plantea el cierre de ninguna de ellas, aunque sí la reduccción de aportaciones. "Los cuatro grupos son cuatro fases de un mismo proceso que debe servir para conocer las tareas que hay que acometer; pero no son cuatro fases de venta", dijo.

En este último grupo podría encuadrarse Renfe. Sin embargo esta empresa pertenece al Ministerio de Fomento por lo que no forma parte de ninguna de los tres holdings citados. No obstante, en este caso se considera que Renfe podría segregar divisiones rentables y privatizarlas.

Los ingresos que se obtengan por privatizaciones no se destinarán a financiar gastos corrientes, sino que servirán preferentemente para reducir la deuda pública o para aumentar las inversiones en infraestructuras.

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