Yeltsin continua la purga de la cúpula del Ejercito y destituye a siete generales
El presidente ruso, Borís Yeltsin, dio ayer un paso más en la purga militar al destituir a siete generales del Ministerio de Defensa cercanos a Pável Grachov, el ex titular de este departamento que fue defenestrado la semana pasada. Detrás de los siete ceses anunciados está la mano del general Alexandr Lébed, secretario del Consejo de Seguridad presidencial, quien ayer fue nombrado jefe de la comisión militar de ascensos y nombramientos adjunta a Yeltsin, con lo que añade un nuevo cargo a los que ya obtuvo tras quedar en tercer lugar en las elecciones presidenciales.
Yeltsin, que el 3 de julio se enfrentará en las urnas con el comunista Guennadi Ziugánov, firmó ayer un decreto por el que las tropas federales se retirarán "a medida que se estabilice la situación" de Chechenia, donde, a partir del 1 de septiembre, sólo quedarán contingentes pertenecientes al distrito militar del Cáucaso del Norte, según se acordó en el último encuentro entre negociadores rusos y chechenos. El decreto no supone ningún cambio en los planes ya anunciados por el Kremlin, y su promulgación parece indicar que Yeltsin ha querido recuperar la cuestión de Chechenia, el talón de Aquiles de su mandato, para su campaña.Las destituciones que se produjeron ayer en el Ministerio de Defensa afectan a cuatro generales que, según Lébed, se reunieron el 18 de junio en los aposentos ministeriales de Grachov, para tratar de convencerle de que pusiera a las tropas en estado de alerta con objeto de ejercer presión sobre el presidente. Lébed, que en un principio equiparó esta acción con un intento de golpe de Estado, restó después importancia al suceso alegando que no valía un "comino". Sin embargo, la Fiscalía militar anunció el viernes que está investigando los sucesos denunciados por el general.
La lista de destituidos incluye a un primer vicejefe y dos vicejefes del Estado Mayor, el general Víctor Barinkin, y los generales Anatoli Bogdánov y Viacheslav Zherebtsov, respectivamente. De ellos, fue Barinkin el encargado de representar el pasado viernes la posición oficial del Ministerio de Defensa ante la Duma Estatal (la Cámara baja del Parlamento). El general reveló entonces que sólo el presidente de Rusia puede poner a las tropas en estado de alerta, de acuerdo Con una directriz secreta que, según dijo, es del dominio de la tropa.
Lébed no mencionó ni a Bogdánov ni a Zherebtsov, pero éste, que fue el máximo responsable de la leva, estaba implicado en el escándalo de la construcción de lujosas dachas para cargos del ministerio.
También ha sido destituido el general Serguéi Sdórikov, jefe del trabajo educativo del ministerio, que ha sido criticado por los medios de comunicación por su descarada propaganda preelectoral a favor de Yeltsin. Tras la primera ronda electoral, Lébed acusó a Sdórikov de haber falsificado a favor de Yeltsin los resultados de las votaciones en los colegios militares. Como otros de los otros destituidos, Sdórikov fue compañero de estudios de Grachov.
Además, fueron defenestrados el ayudante del ex ministro, Valeri Lapshov, el jefe de la Dirección de Tratados Internacionales del ministerio y consuegro del ex ministro, general Dmitri Járchenko y el general Vladímir Shúlikov, vicejefe de la dirección de tanques y carros blindados.
A los ceses hay que añadir la detención el pasado viernes del ex jefe de la Dirección de Comercio del Ministerio de Defensa, Víktor Tsarkov, según informó ayer el periódico Rossiskáia Gazeta. Tsarkov había sido destituido en diciembre pasado y desde entonces estaba en marcha una investigación fiscal en su departamento, donde se habían detectado grandes irregularidades, entre ella el gasto de miles de millones de rublos en bebidas alcohólicas.
Reforzar el consejo
El presidente Yeltsin, por otra parte, ha pedido a Lébed que le presente su nuevo diseño para el Consejo de Seguridad, un organismo que hasta ahora ha tenido funciones consultivas y que Lébed quiere convertir en el instrumento clave de la política de seguridad nacional. Yeltsin "comprende la necesidad de reforzar el papel y las funciones del Consejo de Seguridad y de reforzar su plantilla", según manifestó su secretario de Prensa, Serguéi Medvédev.
El presidente Yeltsin también destituyó ayer a dos vicesecretarios del Consejo de Seguridad, VIadímir Rubánov y Aleksandr Troshin, y anunció una reducción de la plantilla de este organismo a 183 personas.
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