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LA LUCHA POR EL KREMLIN

Moscú acuerda con los independentistas la retirada de sus tropas de Chechenia

Las autoridades rusas y los independentistas chechenos firmaron ayer un acuerdo que regula la retirada de las tropas federales de la república norcaucásica rebelde y el desarme de las formaciones guerrilleras. El documento, que supone una seria concesión de los rusos a los separatistas, también establece el aplazamiento de las elecciones al Parlamento de Chechenia, que el régimen promoscovita de Grozni había fijado para este domingo, junto con las presidenciales que se celebran en toda Rusia.

El acuerdo fue firmado ayer a última hora en Nazrán, capital de Ingushetia, república vecina a Chechenia, por los jefes de ambas delegaciones, Viacheslav Mijáilov, ministro ruso de Nacionalidades, y Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor General de las fuerzas independentistas.El texto prevé que antes de comenzar el desarme de los guerrilleros, los rusos liquidarán, del 11 de junio al 7 de julio, todos los puestos fortificados que tienen en territorio de Chechenia a la entrada de los pueblos. Al mismo tiempo, para protección de las unidades de las fuerzas federales emplazadas en la república, se establecen puestos de control. La retirada de las unidades que se encuentran provisionalmente en Chechenia concluirá a fines de agosto, y sólo quedarán las tropas que se piensan dejar de forma permanente, como hay en todas las provincias y demás repúblicas de la Federación Rusa.

Las partes también acordaron que una vez finalizada la retirada militar mencionada, deben realizarse en Chechenia elecciones libres con la participación de todas las fuerzas políticas de la república y bajo control público e internacional.

Esto significa que los comicios parlamentarios locales, que debían realizarse el próximo domingo, ahora serán aplazados. Esta decisión es un duro golpe para el régimen prorruso de Doku Zavgáiev, que veía en ellos su definitiva legitimación.

No habrá segunda vuelta

Mientras tanto, el líder ruso, Borís Yeltsin, dijo ayer en la ciudad sureña de Rostov del Don, donde bailó en el escenario de un concierto de rock, que está convencido de que obtendrá más. del 50% de los votos este domingo y que no habrá necesidad de una segunda vuelta.Sin embargo, según advierte el arquitecto de la reforma económica rusa, Yegor Gaidar, los ánimos triunfalistas que reinan en el entorno presidencial pueden jugarle una mala pasada a Yeltsin y la victoria puede escapársele de las manos.

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"Sólo primera vuelta, no habrá una segunda. Estoy seguro de que venceré", declaró ayer Borís Yeltsin, repitiendo la idea expresada en su última entrevista al teleprograma dominical Itogui. En Itogui, anteayer por la noche, Yeltsin incluso llegó a manifestar que si no obtiene más del 50% de los votos en la primera ronda, "entonces quiere decir que no conozco a mi pueblo".

Las últimas encuestas en realidad dan a Yeltsin una gran ventaja sobre su principal rival, el comunista Guennadi Ziugánov. El Centro de Estudio de la Opinión Pública pronostica un 37% para el actual presidente y un 26% para Ziugánov, mientras que a los otros candidatos no les da más de un 10%.

El problema de los sondeos favorables a Yeltsin y del optimismo del presidente y de su entorno es que un gran porcentaje de los que votarán por Yeltsin es gente que generalmente no acude a las urnas y si esta vez lo hace será ante el peligro de que ganen los comunistas.

Ahora bien, si piensan que Yeltsin no tendrá problemas y que vencerá holgadamente, entonces muchos de sus potenciales electores seguirán adelante con sus planes vacacionales, o simplemente se quedarán en sus casas, lo que puede resultar catastrófico para el líder ruso. Yegor Gaidar, ex primer ministro y padre de la terapia de choque aplicada en Rusia en 1992, teme precisamente esto, es decir, que se repita la situación de diciembre de 1993, cuando todos estaban convencidos que ganaría su movimiento, Opción de Rusia. El triunfalismo reinante entonces disuadió a muchos demócratas de ir a votar, lo que, según Gaidar, determinó la victoria del ultranacionalista Zhirinovski.

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