El PSOE cree que las medidas sólo benefician a algunos empresarios y cuestan 300.000 millones
Las medidas aprobadas ayer por el Gobierno han desatado reacciones muy encontradas. Mientras los sindicatos, el PSOE e IU mostraron su frontal oposición, sobre todo en los aspectos fiscales, la patronal CEOE expresó una gran satisfacción, que compartió, CIU. Unos y otros discreparon también en el impacto de las medidas. Según el PSOE, mermarán la recaudación en 300.000 millones, por lo menos, y harán más difícil la reducción del déficit. Por el contrario, CEOE opina que favorecerán en los próximos meses el incremento de los ingresos del Estado debido a la mayor actividad que generarán.
Juan Manuel Eguiagaray, portavoz de Economía del Grupo Socialista en el Congreso y ex ministro de Industria, sacó a relucir ayer una fina ironía al valorar el paquete económico aprobado por el Gobierno. "Estoy muy satisfecho", dijo en una rueda de prensa. El motivo de su alegría no era otro que comprobar que, "por primera vez", al anuncio previo de medidas por parte del Gobierno le sigue su aprobación "y empezar a saber las prioridades que representa el Ejecutivo y los sectores sociales en los que va a centrar su atención, que no son precisamente las rentas medias y bajas ni las empresas, aunque sí los empresarios". "Son medidas que deben merecer el aplauso de la cúpula de la CEOE, pero no del conjunto del empresariado y de los ciudadanos porque no estimulan ni la actividad ni el empleo".
A favor del capital
Eguiagaray dirigió el centro de sus críticas a las decisiones de carácter fiscal que tendrán un impacto en la recaudación, según dijo, no inferior a los 300.000 millones de pesetas. Se refirió especialmente al nuevo tratamiento de las plusvalías y a la actualización de balances. Sobre el primero indicó que supone una ruptura en la filosofía que se mantenía en el IRPF de tratar globalmente la imposición de las rentas independientemente de su origen. Ahora se producirá, manifestó, "una discriminación positiva de las rentas del capital. El IRPF sólo va a ser progresivo con las rentas del trabajo". Sobre la actualización de balances afirmó que al Gobierno "le han faltado días para hacer lo que pide la CEOE". "Es un regalo a la cuenta de resultados de las empresas sin ninguna motivación económica y sin que suponga reactivación de inversión y consumo".Por lo que se refiere al aumento de la reducción de los módulos dijo que significa dar gratuitamente beneficios fiscales a un conjunto de personas que declaran rendimientos medios inferiores a aquellos que tributan por rentas del trabajo.
Todas estas medidas fiscales, según Eguiagaray, no se deberían haber decidido nunca. Del resto del paquete, otras, como la agilización en la tramitación del suelo, la referente a los colegios profesionales o la liberalización de telecomunicaciones podrían estar ya en marcha si el PP hubiera apoyado la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos a finales del año pasado, y otras, a su juicio, no tendrán ningún efecto en la reactivación económica o el empleo. Así, recordó que ya había estímulos a la contratación de mayores de 45 años y minusválidos, con escaso éxito, por cierto.
En definitiva, Eguiagaray concluyó que ayer sólo era una "día de gloria para el señor Cuevas", presidente de la CEOE. Éste afirmó en Jaén que las medidas adoptadas por el PP son importantes y tienen carácter positivo, aunque reconoció que muchas de ellas no son novedosas, informa Carmen del Arco. Mucho más optimista fue el co municado difundido por CEOE y Cepyrne en donde califican las medidas de "inmejorable noticia". Según ambas organizaciones, "apuntan a la reanimación de la actividad empresarial y a la liberalización de algunos sectores intervenidos, lo que a su vez tendrá repercusiones sobre los precios y sobre la inflación. Desde el punto de vista del déficit público supondrán, en los próximos meses, un incremento de los ingresos del Estado, por cuanto a mayor actividad está demostrado que corresponde mayor recaudación por impuestos y cotizaciones sociales, lo que permitirá la reducción del déficit".
Un optimismo más moderado mostró CiU, al precisar su portavoz en el Congreso, Joaquim Molins, que las medidas liberalizadoras y desreguladoras aprobadas ayer son "posibles y necesarias", pero que nadie espere que sean "milagrosas", en el sentido de que vayan a permitir a España crecer mucho más de lo que ya hace. Si la anterior decisión gubernamental de recortar el gasto obedecía a la necesidad de aplicar el rigor presupuestario, las medidas anunciadas ayer buscan el crecimiento económico y la creación de empleo, destacó Molins. El portavoz de CiU subrayó que muchas de las medidas adoptadas ayer habían sido históricamente reivindicadas por su grupo y aparecían en su programa electoral.
Lo que va a crecer con estas medidas, según los sindicatos, son las desigualdades. UGT dijo ayer que "favorecen a los que más tienen, comprometen seriamente el objetivo de reducir el déficit público y son ineficaces para reactivar la economía y crear empleo (...) y apuntan a un modelo social injusto e insolidario". En igual dirección apuntaron CC OO e Izquierda Unida, que destacaron que ahondan las diferencias entre las rentas del trabajo y del capital.
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