Muy bruta
Debo de ser muy bruta, porque no acabo de entender algunas de las cosas que se dicen (o más bien se cacarean) sobre el tema de los GAL. Para empezar por el principio, es obvio que Galindo puede ser por completo inocente (muchos otros encarcelados preventivos han terminado sin condena), y también que, si fuera culpable, su responsabilidad no mancharía al resto de la Guardia Civil, dos verdades éstas tan de Perogrullo que no termino de colegir por qué se está dando tanto la tabarra con ellas.Tampoco comprendo que se diga, ni por un instante de apagón neuronal, que al perseguir a los asesinos y a los torturadores les estamos dando cancha a los etarras, cuando es evidente que sucede al contrario, esto es, que la mejor manera de potenciar a los terroristas es asesinando y atormentando desde el Estado, lo cual le otorga a ETA un empuje social e incluso un pretexto moral para sus salvajadas.
Pero lo que ya no me entra de ninguna de las maneras en la mollera es ese afán, que creo percibir en algunos ambientes, de dividir la opinión pública con respecto a este tema en dos mitades. Y eso sí que no. Hoy parece ya fuera de toda duda que desde las cloacas más irrespirables del Estado se ha matado con frialdad y se ha torturado sádicamente durante días: cuerpos humanos, carne gimiente, el dolor y la sangre. Y esto es inadmisible: tal vez peque de inocente, pero quiero creer que de ese completo horror no hay partidarios. Ahora algunos intentan camuflar el caso de guerra ideológica y respaldarse en los honrados votantes socialistas;. pero no caigamos en la trampa, aquí no hay dos facciones. Aquí sólo hay un grupito de canallas a aislar y descubrir (deben de ser pocos, porque para las sesiones de tortura no creo que se repartieran invitaciones), y luego todo el país enfrente de ellos.
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