Francia anuncia que bajará los impuestos a partir de 1997

El primer ministro francés, Alain Juppé, anunció ayer un plan quinquenal "a presentar ante el Parlamento, el próximo mes de septiembre, para reducir los impuestos y los gastos del Estado desde 1997". Se trata de relanzar una de las promesas del candidato Chirac, que en 1995 logró ser elegido presidente de la República en parte gracias a la fórmula trop d'impot tue l'impot (demasiados impuestos acaban con los impuestos). El dicho fue luego desmentido por la realidad: aumento de dos puntos del IVA y del impuesto sobre las sociedades; mayores tasas sobre los carburantes, tabaco y alcoholes; retenciones acrecentadas al crearse un nuevo impuesto destinado a resolver el déficit de la Seguridad Social.

Ahora Juppé, dándose un plazo de cinco años, se dispone a "aligerar, simplificar y hacer más justas las retenciones obligatorias". No ha querido dar cifras concretas, entre otras razones porque la reducción de impuestos para 1997 se prevé más simbólica que real. Eso le será reprochado por sus detractores, como el ex primer ministro Edouard Balladur, para quien la presión fiscal en 1997 debía bajar en 20.000 millones de francos (casi medio billón de pesetas) correspondientes al impuesto sobre la renta al tiempo que el Estado gastaba 60.000 millones menos.

Gravar el ahorro

Respecto a la necesidad de "hacer más justa" la presión fiscal en lo que a retenciones se refiere, el proyecto pasa por ampliar la base impositiva. Los salariados dejarían de ser los únicos cotizantes y los ingresos procedentes del ahorro también serían gravados, algo que afectará especialmente a jubilados y funcionarios.El margen de maniobra del gobierno, asfixiado por los criterios de convergencia de Maastricht y por la morosidad de la economía gala, es escaso. Ayer se dio a conocer una segunda reducción del -menos 0,5% en el mes de abril- y un crecimiento del 1,4% del primer trimestre respecto al último de 1995. Son cifras engañosas. El número de parados disminuye porque ahora no se considera como tales a quienes trabajan más de 78 horas mensuales, y el consumo del primer trimestre aparece sobredimensionado porque durante noviembre y diciembre, debido a las huelgas, se aplazaron muchas compras.