Una misa en la catedral de Barcelona se convierte en un acto de apoyo a Carles

La misa que el cardenal Ricard Maria Carles oficia habitualmente en la catedral de Barcelona se convirtió ayer en un acto de adhesión a su persona. Aplausos y vítores de "¡Viva el cardenal!" pusieron colofón a una homilía en la que el arzobispo hizo público su pliego de descargo ante las acusaciones de los fiscales italianos: blanqueo de dinero y de tráfico de armas. El presidente del Consejo General de la Abogacía, Eugeni Gay, se encargará de la defensa del cardenal, según avanzó el propio Carles.

El arzobispo respondió con dureza a las imputaciones de los fiscales de Torre Annunziata, suburbio de Nápoles dominado por la Camorra, que investigan una supuesta trama de blanqueo de dinero y de tráfico de armas y material radiactivo. El arzobispo calificó estas acusaciones de "gravísima calumnia" y aseguró que éstas no sólo ponían en "entredicho su nombre sino también el de su diócesis".Ricard Maria Carles, que celebró la homilía en la catedral de Barcelona, dijo que "determinados medios de comunicación sensacionalistas tratan algunos temas que afectan el honor de las personas sin plantearse la verdad" y pidió que los cristianos que "se dedican a los medios de comunicación no pierdan nunca el sentido de la verdad ni olviden nunca el respeto a la ética y a la verdad contrastada".

En una homilía en catalán y castellano, Ricard Maria Carles también se quejó del poder judicial porque "de determinadas informaciones se enteren primero los medios de comunicación" y aseguró que cuando le "calumniaban tenía que apretar las manos sobre el altar y perdonar" a sus acusadores.

El arzobispo dijo estar convencido que "nadie cree que su cardenal se dedique al tráfico de armas y de joyas y al blanqueo de 100 millones de dólares" y que "emprendería la defensa" de su "honor personal". Carles recordó que ayer hacía años que había muerto su padre y que él tenía que seguir "fiel a su memoria".

Ante un auditorio lleno a rebosar, Carles dijo que apreciaba "el amor" de sus feligreses: "Todos hemos ganado con este calvario porque nos ha unido más". Además, agradeció a los feligreses su presencia y les pidió que continuasen "orando por la Iglesia, por mi diocesis y por mi persona".

Al final de la homilía, largos e intensos aplausos inundaron la catedral. El cardenal expresó su satisfacción por esta muestra de apoyo, asegurando que ya Jesucristo dijo que "se recibirá cien veces más con persecuciones". Cuando terminó la misa, Ricard Maria Carles abandonó el altar mientras se oían nuevos aplausos e incluso algún grito de "viva el cardenal".

Tres visitas a Roma

Ricard Maria Carles ha vuelto a ser objeto de debate después de que los fiscales le notificaran su calidad de imputado. Contrariamente a lo que ayer afirmaba este diario, el cardenal arzobispo de Barcelona ha visitado este año el Vaticano en tres ocasiones en los meses de febrero y mayo. El motivo ha sido hablar de la luz verde que el concilio de la Iglesia catalana no acaba de obtener de la jerarquía vaticana.