Duros combates en Chechenia el día que debía entrar en vigor el alto el fuego
Una auténtica batalla entre fuerzas federales y los guerrilleros chechenos estalló ayer, el día en que oficialmente debería haber entrado en vigor el alto el fuego acordado el lunes pasado en el Kremlin por las autoridades rusas y el líder independentista, Zelimján Yandarbíev. Durante los enfrentamientos ocurridos en el distrito de Nozhái-Yurt los separatistas destruyeron dos carros de combate y tomaron prisioneros a 26 soldados.
Los guerrilleros atacaron ayer las posiciones rusas en la zona sureste de Chechenia, "en venganza" por el bloqueo del pueblo de Shalí y la operación de control de documentos realizada anteayer en él, durante la cual en un tiroteo murió el comandante checheno Rashid Barguishev. El ataque fue lanzado contra las posiciones de la 135ª Brigada -emplazada en las cercanías de la aldea de Shuaní, a unos 100 kilómetros al sureste de Grozni, la capital chechena- y los combates duraron varias horas.Ahora los guerrilleros proponen canjear a los 26 soldados que tomaron prisioneros en esa zona por los 10 chechenos que las tropas federales detuvieron el viernes durante su operación en Shalí.
El comandante de las tropas federales en Chechenia, general Viacheslav Tijomírov, acusó a los separatistas de haber roto ayer el alto el fuego y explicó la operación de anteayer en Shalí diciendo que había recibido informaciones de que "los bandidos" de Aslán Masjádov se disponían en ese pueblo a hacer un llamamiento por la radio y la televisión clandestinas a continuar la guerra. Tijomírov dijo que Yandarbíev "no controla la situación" y que los destacamentos guerrilleros no le obedecen.
Tijomírov justifica así las acciones militares del viernes, que condujeron a nuevos enfrentamientos y al aplazamiento de las conversaciones de paz que debían haber comenzado ayer en Majachkalá, capital de Daguestán, entre las autoridades rusas y los separatistas. Los generales aparentemente desean continuar la guerra en Chechenia, pues piensan que ahora están en condiciones de aplastar definitivamente a los guerrilleros. Así se desprende de las últimas declaraciones de Tijómirov, que contradicen, por lo menos, el espíritu de los acuerdos firmados en el Kremlin: "La lucha contra los terroristas y bandidos [independentistas] es y continuará siendo la principal tarea de las tropas federales en Chechenia, incluso durante el periodo de tregua".
El líder ruso, Borís Yeltsin, lejos de llamar la atención a los generales por desestabilizar la situación, les ha apoyado. "El presidente tiene fundamentos para pensar que [los chechenos] quienes participaron en las conversaciones en Moscú no tienen fuerza real ni posibilidades para cumplir con su palabra", dijo ayer. Serguéi Medvédev, el portavoz de Yeltsin.
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