El jamón, vínculo transpirenaico
José María Aznar quiere "abrir una nueva fase" en las relaciones hispano-francesas, pero sin alterar los principios, que considera satisfactorios. Uno, si no sustancial sí sustancioso, es el jamón. "Le he regalado a Chirac un jamón", anunció ayer Aznar.El presidente francés, sin duda, se lo esperaba. La elegancia social del jamón ya fue practicada con gran éxito, por Felipe González. Ni el difunto ex presidente francés, François Mitterrand, ni el canciller alemán, Helmut Kohl, salieron nunca con las manos vacías de un encuentro con su colega español.
El Elíseo tiene una larga tradición jamonera. El ex presidente Valery Giscard d'Estaing (1974-1981) disponía siempre de unas cuantas patas de ibérico en la despensa.
No importaba que el jamón ibérico fuera ilegal en Francia, por la peste porcina. Mitterrand mantuvo la provisión de jamones, pese a que se inclinaba más bien hacia las ostras. Aznar y Chirac apuestan de nuevo por el jamón como vínculo transpirenaico.
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