ETA llama desde Bruselas al retorno al País Vasco de sus 50 deportados
ETA hizo ayer un llamamiento para el retorno al País Vasco de la cincuentena de sus deportados que están repartidos por 12 países. Así lo anunciaron en Bruselas sus supuestos miembros María Rosa Alkorta y Patxi Hernández Llamosas, que se presentaron a sí mismos como deportados en Cabo Verde y Argelia, respectivamente. La proclama se hizo en una fiesta de exaltación de la patria vasca que reunió a 4.000 personas en el centro de Bruselas. El acto estaba tolerado, aunque no autorizado, por las autoridades locales. Fuentes policiales españolas confirmaron que ETA prepara un plan para repatriar a sus deportados.
El llamamiento por el retorno de los deportados fue realizado en un acto político en el que intervinieron el eurodiputado Karmelo Landa, el histórico de HB José Luis Álvarez Emparanza, Txillardegi, y los deportados Alkorta y Hernández. Estos últimos leyeron un comunicado en el que dicen que van "a acabar con esta situación de ilegalidad a que les obligó España hace 10 años y volverán a Euskadi". Tras leer esta proclama, Alkorta y Hernández abandonaron el lugar rápidamente en un automóvil.Esta proclama en favor de "la ruptura de la situación que están viviendo los deportados" y la presencia de dos de éstos -o, al menos, de dos, personas que se identificaron como tales- en Bruselas coincide con el intento de entrar en Bélgica de un tercer deportado, Enrique Pagoaga Gallastegui, Peixotín, que presumiblemente iba a intervenir también en el acto de ayer y que procedía de Venezuela. El Gobierno belga, le negó el acceso y decretó su expulsión el pasado viernes, aunque todavía no se ha consumado porque sus abogados han presentado un recurso.
El retorno de Gallastegui no parece una coincidencia y hace pensar que ETA ya ha puesto en práctica el mensaje lanzado ayer desde la capital belga, según fuentes de la policía española. Éstas han reconocido que el Ministerio del Interior tenía noticias sobre este plan y no ocultaron su "preocupación" ante el posible retorno de los deportados.
Alkorta fue deportada desde París hasta Argelia, pero en mayo de 1989, tras el asesinato de dos policías cerca de la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid), el Gobierno pidió a Argelia que deportara a Cabo Verde a un grupo de 10 etarras entre los que estaba Alkorta. Hernández Llamosas, de 38 años, fue deportado a Argelia en marzo de 1989 después de purgar en cárceles francesas una pena de nueve años de prisión.
El acto de ayer en Bruselas empezó siendo una fiesta folclórica y acabó como una afirmación de la lucha armada y de defensa pública de ETA. A la capital belga llegaron 70 autocares con simpatizantes de Herri Batasuna o 90, según las cifras de la policía. En total, 4.000 personas asistieron a la cita, para la que HB -que tiene un local social muy cerca de la sede de la Comisión Europea- dispuso una parafernalia considerable.
Cientos de ikurriñas, algunas banderas de Flandes, grandes fotografías de los 500 presos etarras, 28 siluetas siniestras que representaban a las 28 personas asesinadas por los GAL y tres esculturas que querían ser guardias civiles torturadores fueron el escenario creado por HB para convencer a los bruselenses de las bondades de la lucha de ETA frente a las atrocidades del Estado español. Simpatizantes del Vlaams Block, un partido flamenco de extrema derecha, intentaron colarse en la manifestación, pero fueron rechazados por los convocantes.
El acto se celebró en el centro de la ciudad, muy cerca de la muy turística y visitada Grand Place, y contó con un espectacular dispositivo de vigilancia de la policía belga.
No es la primera vez que HB celebra un acto semejante. Ya en 1992 hubo una fiesta prácticamente gemela que tampoco entonces estuvo autorizada legalmente, pero sí tolerada por las autoridades locales. El entorno abertzale se encuentra muy cómodo en Bélgica, un reino dividido y enfrentado en bloques: flamencos de habla holandesa en el norte, valones francófonos en el sur y una región bilingüe, Bruselas, en el centro del país.
En Bélgica hay ahora una polémica, todavía no resuelta jurídicamente, sobre si hay que dar asilo político a los presuntos colaboradores de ETA Luis Moreno Ramajo y Raquel García Arranz, cuya extradición ha solicitado España.
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