Las ONG plantean revisar su acción y dotarse de un código ético

"La finalidad de la cooperación es desaparecer lo más pronto posible". Este sería el mandamiento número catorce de un nuevo código ético de la cooperación que debería ser asumido por las organizaciones no gubernamentales. La creación de un código ético de las ONG fue una de las propuestas formuladas ayer en la Conferencia Sur-Norte, organizada en Barcelona por Intermón con motivo de su 40º aniversario.Todos los ponentes coincidieron en la necesidad de revisar a fondo el concepto de desarrollo y también el modelo de cooperación seguido hasta ahora por las ONG. Coincidieron también en la necesidad de convertir el movimiento de las ONG en "un instrumento político de transformación y en una alternativa global al mundo que vivimos", en palabras de Luis Arancibia, presidente de la Coordinadora Española de ONG.

Estas entidades no deben limtarse a gestionar la ayuda a los pobres, sino que deben transformarse, según los ponentes, en agentes de cambio social. Iván Cisneros, del Instituto de Ecología y Desarrollo de las Comunidades Andinas, de Ecuador, resaltó la necesidad de partir de las experiencias concretas para trancender de lo articular a lo general.

Crisis positiva

"Las ONG estamos en crisis, pero una crisis positiva, que comporta un peligro y una oportunidad al mismo tiempo", dijo Rafael Grasa, presidente de la Federación Catalana de ONG. El peligro sería seguir atomizados, compitiendo unas organizaciones con otras y acabar considerando la cooperación un fin en sí mismo, para justificar la propia existencia, cuando sólo son un instrumento para erradicar la pobreza.Pero de la crisis también surge la oportunidad de cambiar en la dirección adecuada. Debe revisarse, en primer lugar, el propio concepto de desarrollo. Grasa habló de desarrollos. Otros ponentes, como Hugo Fernández, del Centro de Promoción e Investigación del Campesinado de Bolivia, o Albertina Macamo, de Mozambique, pusieron énfasis en que el modelo de desarrollo debe ser definido por cada comunidad, y que, en cualquier caso, se trata de un concepto dinámico y no estático. En cualquier caso, no se trata de copiar la sociedad occidental.

También el modo de cooperar debe ser "culturalmente adaptado" a la comunidad con la que se trata de cooperar. Y eso significa, a juicio de Macamo, fomentar la participación de las comunidades de base en los propios proyectos de desarrollo.

Luis Arancibia propuso convertir las ONG en agentes de cambio social. "Deben salir de la marginalidad. Las ONG deben tener una base social sólida y ser capaces de aplicar una solidaridad eficaz. Su objetivo tiene que ser crear un movimiento social fuerte, una sociedad civil internacional que evite la tentación de enfrentar a los pobres del Norte con los pobres del Sur", dijo.