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Domínguez revela que mantuvo con Garzón tres citas extraoficiales en la Audiencia

Michel Domínguez, ex policía que junto con el ex subinspector José Amedo reactivó la investigación judicial sobre la guerra sucia con sus declaraciones en 1994, desea detallar al juez Eduardo Móner, instructor en el Tribunal Supremo del caso GAL, el contenido de las "tres conversaciones sin acta" que mantuvo con el juez Baltasar Garzón en abril de 1993, y en noviembre y diciembre de 1994, según su abogado, Jorge Manrique. Esas entrevistas, según esta versión, no habrían sido recogidas en los sumarios instruidos por Garzón. Domínguez -condenado con Amedo a 108 años por su implicación en los GAL- asegura que desea revelar "las presiones" que forzaron su arrepentimiento en 1994.

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Domínguez ha dado Instrucciones a su abogado para interponer una querella criminal contra Luis Roldán, ex director general de la Guardia Civil, quien le acusó ante el juez Móner haber asesinado a Juan Carlos García Goena en 1987. El ex policía considera esto una "calumnia", y recuerda que ya fue absuelto de dicho caso. "No sé que credibilidad puede tener para los demás, para mí no merece ninguna. Pienso que es un sinvergüenza, que está buscando la forma de salvar su situación de alguna manera. No estoy dispuesto a que solucione sus problemas a costa mía. A mí se me ha acusado de muchas cosas, estoy pagando una condena, pero nunca se me ha acusado de robar nada ni de quitar nada a nadie. Y a este señor, por lo visto, se le acusa hasta de llevarse la calderilla que pasó por sus manos", declaró ayer a Antena 3 Televisión.

"Bastante jugoso"

Domínguez interpreta que la acusación de Roldán es un aviso para que no arremeta contra Garzón, ya que Manuel Cobo del Rosal, defensor de Rafael Vera, ex secretario de Estado e imputado en varios sumarios de los GAL, intenta que Móner averigüe el contenido de la entrevista que Garzón y Domínguez mantuvieron en la Audiencia Nacional en abril de 1993. Garzón redujo esta entrevista a una conversación sobre "cuestiones particulares", pero el abogado del ex policía, testigo de la reunión, admite que tuvo un "contenido muy delicado" o, en palabras de Domínguez, "bastante sustancioso y jugoso".Domínguez ya compareció ante Móner, pero no quiso detallar el contenido de aquella cita ya que el juez dejó a su criterio si declaraba o no. Ahora sí desea revelar a Móner sus entrevistas con Garzón, según su letrado. Cobo anunció ayer que pedirá que el juez del Tribunal Supremo cite otra vez a Domínguez.

Según la versión ahora conocida del ex policía, Domínguez y Garzón mantuvieron dos reuniones -además de la ya conocida de 1993- sin reflejo sumarial. Se celebraron en el despacho de Garzón, aproximadamente en noviembre y diciembre de 1994, en cualquier caso en el periodo existente entre la reapertura oficial de los sumarios del caso Marey y del caso Monbar y su declaración oficial, el 16 de diciembre de ese mismo año. Al hilo de aquellas reuniones, Domínguez mantiene que sufrió "terribles presiones" cuyo origen aún no precisa, pero que ahora se halla dispuesto a aclarar. Este paso, dice, es una "decisión personal". Fuentes próximas a José Amedo, condenado como Domínguez a 108 años por la actividad de los GAL, han confirmado el menudeo de citas "sin acta" con Garzón.

En la primera de las conversaciones, la de abril de 1993, estuvieron presentes Garzón, Domínguez y su abogado. En las de noviembre y diciembre de 1994 sólo estuvieron Garzón y Domínguez. Ni el letrado ni el fiscal fueron avisados de tales citas, siempre según esas fuentes.

En la entrevista de abril de 1993, según la hipótesis que maneja Cobo del Rosal y que es confirmada en privado por personas próximas a Domínguez, el ex policía habló largo y tendido con el juez sobre los entresijos de los GAL. Garzón no realizó diligencia alguna. Poco después fichaba por el PSOE como número dos en la lista electoral por Madrid. En julio de ese año, Garzón, a la sazón diputado socialista, advirtió al entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, que Domínguez poseía documentación comprometedora sobre la guerra sucia que podía hacer mucho daño y se interesó vivamente por las posibilidades de indulto, al tiempo que explicaba que el preso se hallaba a punto de derrumbarse. Corcuera interpretó que Garzón deseaba indultar a Domínguez, según manifestó ante Móner. "Yo ya se lo dije al juez", comentó ayer Corcuera.

En mayo de 1994, Garzón regresó a su despacho judicial tras proclamar que era imposible combatir la corrupción desde el PSOE, y meses más tarde reactivaba el caso GAL.

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