La traca final de la fiesta atlética desveló a los vecinos de Arganzuela

Los veinte minutos ininterrumpidos de fuegos artificiales que cerraron en la madrugada del martes la fiesta del Atlético de Madrid, campeón de la Liga de fútbol, han levantado las protestas de los vecinos del distrito de Arganzuela. Minutos antes de las dos de la madrugada del martes en el estadio Vicente Calderón comenzó una traca de fuegos y petardos que logró despertar a todo el vecindario. "¡No son horas!" exclamaba ayer indignada una vecina de la calle de Melilla. "Más tarde de las doce no se puede montar ese escándalo y además durante veinte minutos. El señor Gil se cree que esto es una república bananera".La policía municipal registró durante la noche multitud de llamadas de vecinos quejándose del estruendo. Al ser una fiesta autorizada, la policía se limitó a consolar por teléfono las iras vecinales.

El concejal del distrito de Arganzuela, Clemente Torres, cree que las protestas son lógicas -"yo nunca consiento que los fuegos sean más tarde de las 12 de la noche"-, pero entiende el entusiasmo atlético. "Ese equipo es muy importante para nuestro distrito y eso no lo pueden olvidar lo vecinos. Un día el un dia".

La autorización para lanzar el gigantesco arsenal de fuegos que cerró la fiesta atlética no fue autorizado en la junta de Arganzuela, ya que, al superar los 50 kilos de explosivos, el visto bueno lo dió directamente la Delegación del Gobierno.

El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Prisciliano Castro, se sumó ayer a las críticas: "Quizá no fue el día correcto. Eso se deja para el fin de semana, cuando nadie tiene que levantarse temprano para trabajar".