Juez y fiscal, juntos de la mano

García-Castellón ha seguido el criterio del fiscal Florentino Orti, expresado en su minucioso escrito de 256 folios, del pasado 20 de mayo. Orti no sólo calificó las ocho operaciones claves, sino que optó por un trabajo en el que ataca todas las coartadas de Conde y sus amigos.El juez ha dictado un auto prudente. No ha querido ampliar la lista de inculpados, previa toma de declaración, como solicitaban varias partes acusadoras. Es el caso de Mariano Gómez de Llaño y Francisco Javier Sitges, por ejemplo. Sin embargo, frente a estas dos propuestas de inculpaciones el juez se ha limitado a citar la doctrina. Banesto iba más allá. La idea es que si las operaciones de Promociones Hoteleras e Isolux son delictivas y si, como ha declarado el fiduciario Paolo Gallone, las sociedades suizas Asni Investments y Jamuna, que participaron en las dos transacciones, son de Gómez de Llaño y de Sitges, entonces su inculpación es inevitable.

Pero el juez ha sido respetuoso con un hecho: que Conde y sus abogados no puedan acusarle de utilizar información que no consta aún en el sumario para incriminar a Liaño y Sitges. A la luz de esta conducta impecable, tanto del juez como del fiscal, quedan en evidencia las maniobras de Liaño, cuando acusó ante el fiscal general del Estado a Orti de pretender utilizar indebidamente la información obtenida en Suiza. Si bien en su auto de acomodación del 8 de abril el juez hacia constar que estaba pendiente la llegada de los documentos de Suiza, en el auto de ayer no lo'hace. Y esos papeles, que están en el Tribunal Federal Suizo, obligarán, si son enviados, a una instrucción complementaria.