La contaminación se doblará en Asia para el 2025

La contaminación atmosférica por gases degradadores se doblará en Asia para el 2025, advirtió ayer un informe de la Agencia Japonesa de Medio Ambiente. El mayor peligro reside en el aumento de dióxido de carbono como consecuencia del vertiginoso desarrollo industrial del continente. Los datos proceden de 15 países de la zona investigados por el Banco Mundial, y se inscriben en un estudio realizado mediante una simulación informática.Las emisiones de dióxido de carbono, el principal factor de recalentamiento de la Tierra, crecerán en un 150% en el primer cuarto del siglo XXI, en comparación con los niveles de 1990.

Las de dióxido sulfúrico aumentarán en un 140%, mientras que las de óxido de nitrógeno alcanzarán un nivel 180 veces mayor al de ese año. Ambos gases causan una fuerte contaminación y están en el origen de la lluvia ácida.

La zona del Pacífico asiático sufre las consecuencias de que sus emisiones de dióxido de carbono alcancen el 254 de todos los vertidos a la atmósfera. Sin embargo se cree que en 2025 representarán el 36%, y hacia finales de siglo pueden llegar al 50%.

La simulación realizada para el informe acusa a la carrera en pos de la industrialización, a la concentración de la población en núcleos urbanos, y a los cambios en el estilo de vida. Si las capitales de los países asiáticos sufren ya los problemas típicos de la superpoblación, el futuro no parece pintar un panorama mejor: la población urbana pasará de los 923 millones en 1993 a los 2.070 en 2025.

En cuanto al parque automovilístico, para esas fechas contará con 552 millones de vehículos, frente a los 90 millones actuales.

La alimentación sufrirá importantes cambios. Aumentará en Japón el consumo de carne en detrimento del arroz, porque los campos se dedicarán a pasto de ganado. Se utilizarán más fertilizantes químicos.

La zona, poblada de bosques tropicales -proveedores de grandes cantidades de oxígeno-, perderá un 20% de ellos. Los cálculos de los expertos japoneses presentan una tendencia desoladora para el 2100, en el que estiman habrá desaparecido la mitad de los bosques si la tala de árboles se mantiene al ritmo de nuestros días. Ello acarrería un mayor recalentamiento de la Tierra y la reducción de especies de flora y fauna. Japón tiene una gran responsabilidad en la disminución de bosques, por las talas que realiza en Asia y de Iberoamérica.