Madrid olvida los derechos del peatón firmados por el gobierno PP en 1992
El Ayuntamiento de Madrid aprobó en 1992 la Carta de los Derechos del Peatón, documento internacional de 21 puntos que intenta proteger a los viandantes. Actualmente es papel mojado. Los que andan siguen desprotegidos. La mayoría de los artículos de aquella carta han caído en el olvido. En los plenos, los ediles del gobierno (PP) los ignoran. La ciudad sigue siendo -salvo excepciones- dominio de los coches, que invaden calzadas y aceras cuando aparcan. Minusválidos, invidentes, ancianos y niños se llevan la peor parte. PISOE e IU denuncian el desprecio hacia el peatón que demuestra el PP.
Los aspectos de la Carta de los Derechos del Peatón olvidados por el Ayuntamiento de Madrid son los siguientes:Salud física. El primer artículo de la carta de los Derechos del Peatón reza así: "El peatón tiene derecho a vivir en un ambiente sano y a disfrutar libremente del espacio público en las condiciones de seguridad adecuadas para su salud física y psicológica".
El profesor de Urbanismo de la escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica Agustín Hernández especifica que este apartado es tan genérico que no se puede ni criticar. Otro urbanista que ha estudiado los inconvenientes de las aceras con menos de 1,5 metros (existen muchas en el centro de Madrid) señala que no son seguras: "Si una madre va con un niño, alguien tiene que ir pegado a la calzada". El PSOE, por medio de Eugenio Morales, ha denunciado últimamente el incremento de atropellos en el último año. En 1995 se produjeron 1.561, 119 más que en 1994.
Minusválidos. "Los minusválidos tienen derecho a que se tomen medidas específicas que les permitan la máxima movilidad mediante el acondicionamiento de las calles ( ... ) a sistemas eficaces de señalización concebidos también para quienes estén privados de la vista o el oído". Miguel Pereyra, secretario general de la Fundación ONCE, reconoce que el Ayuntamiento se empieza a preocupar por su situación (el jueves firmó un convenio, junto con el Inserso y la ONCE a fin de adaptar varias calles del centro para que puedan ser utilizadas por gente en silla de ruedas), pero admite que faltan muchas cosas por hacer."
Pereyra, quien utiliza una silla de ruedas, apunta: "Una persona en silla de ruedas no puede cruzar la plaza de Cibeles, por ejemplo; y los ciegos cada vez tienen más problemas por la cantidad de obstáculos que hay en las calles. Uno de ellos, por ejemplo, es el último modelo de cabinas telefónicas. Ahí ya ha habido golpes. Harían falta más calles sólo para peatones".
Zonas reservadas para peatones. "El peatón tiene derecho, por un lado, a que se le reserven zonas urbanas lo más amplias posible, que no sean meras islas de peatones, sino que se inserten coherentemente en la organización general de la ciudad". Hernández no está tanto por reservar para peatones exclusivamente "la calle Mayor, por ejemplo", sino por racionalizar las calles de manera que cada uno pueda desarrollar su vida.
"El puente de Ventas, o el paso subterráneo de Cibeles son ejemplos horribles de la marginalización del viandante en esta ciudad". "La solución", prosigue, "desarrollar los ejes de barrio y ampliar ahí las aceras". Otro urbanista especializado en el peatón añadía que "islas de peatones como Preciados" están bien, pero de lo que se trata es de crear itinerarios y echarle imaginación. Por ejemplo: en calles que no permitan aceras de más de 1,5 metros de anchura la solución es que los peatones y los coches compartan la calzada, creando infraestructuras para calmar a los automóviles".
IU piensa solicitar en el próximo pleno de junio, dedicado al Medio Ambiente, que se reserve para los peatones el cuadrado comprendido entre la plaza de Benavente, Sevilla, Opera y Callao.
El Partido Popular nunca ha sido muy partidario de reservar calles para uso exclusivo de peatones. Un ejemplo, la calle de Mesón de Paredes, calle de solo andar, fue reconvertida y habilitada para los vehículos por motivos "de seguridad".
Ecotransporte. "A la implantación generalizada en el transporte público de vehículos que no sean fuente de contaminación atmosférica o acústica". En Madrid, por donde circulan cerca de 2.000 autobuses, sólo existen 30 unidades ecológicas. Con todo, este número se sitúa a la cabeza de Europa en la materia.
Bicicletas. Dos artículos de la Carta de los Derechos del Peatón se refieren al uso de las bicicletas, el II y el VII: "El peatón tiene derecho a previsiones relativas a las bicicletas en todo el casco urbano". "El peatón tiene derecho a vivir en centros urbanos a medida del hombre y no del automóvil y a disponer de infraestructuras a las que se pueda acceder fácilmente a pie o en bicicleta
Madrid es una ciudad especialmente ingrata para el uso de la bicicleta. La asociación Pedalibre se reúne cada domingo desde hace un año en un sitio de la ciudad para reclamar más kilómetros de carril-bici.
Actualmente existen ocho. En Barcelona, 40. IU solicitará en el próximo pleno extraordinario sobre medio ambiente, que se celebrará en junio, la instalación de seis nuevos tramos especiales para bicicletas que contarán con 45 kilómetros. Hasta ahora, el PP se ha mostrado contrario al uso de la bicicleta en la ciudad.
Aparcamientos. En el artículo VIII se lee: "El peatón tiene derecho a la disposición de áreas de aparcamiento construidas de tal forma que no incidan en la movilidad de los peatones y en la posibilidad de disfrute de los valores arquitectónicos".
La oposición municipal ha denunciado reiteradamente la impunidad con que los coches aparcan en doble fila, sobre las aceras y en zonas reservadas para los peatones. En algunos barrios céntricos, no sólo pasar por la acera se convierte en una aventura imposible, sino el simple hecho de entrar al portal a veces es muy difícil.
Ahora que el PP va a privatizar el cobro de las multas, el alcalde, Álvarez del Manzano, anuncia mano dura contra los que aparcan en prohibido.
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