Indignación policial por el suicidio de un agente investigado por corrupción
El suicidio del inspector de policía Alejandro G. P., de 36 años, ha reabierto el malestar entre los mandos de la comisaría de Málaga por la forma en que la Brigada de Régimen Interior ha llevado la investigación sobre un supuesto caso de corrupción policial en el que, además del fallecido, están imputados otros dos agentes del grupo de delincuencia organizada.El agente fue enterrado ayer en un clima de indignación y ante la masiva presencia de compañeros del cuerpo que han venido defendiendo la inocencia de los tres imputados en el caso de supuesta corrupción policial y han criticado abiertamente la actuación de los funcionarios de asuntos internos, desplazados desde Madrid ex profeso para investigar un caso que fue destapado por el chivatazo de dos confidentes.
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