"Anda, si son muy majos"
Colegiales de primaria y niños discapacitados aprenden a convivir jugando
Llegaron con la idea de que "los otros" eran muy diferentes y acabaron deseando volver a verse. Alumnos de colegios públicos y de centros de educación especial celebran desde abril unas jornadas de convivencia, organizadas por el servicio de Educación del Ayuntamiento de Madrid, para aprender a conocerse.Ayer, les tocó el turno a los alumnos del colegio público Marqués de Suances y del centro de educación especial María Corredentora. En total 34 niños de 11 a 15 años que se descubrieron unos a otros mientras nadaban y jugaban al voleibol en el polideportivo vallecano de Palomeras.
"Son muy simpáticos y más cariñosos que nosotros", explican al alimón Alberto, Miriam, Silvia y Encarna, todos alumnos de sexto curso de primaria, para referirse a sus compañeros de juegos, una docena de chavales con minusvalías como el síndrome de Down. "Sí, te dan besitos y te tocan el culo", añaden para ilustrar su opinión, "La verdad es que pensábamos que eran muy diferentes a nosotros, pero resulta que son muy majos", apostillan.
Sonia, Belén y Nacho, del centro María Corrochano, también están contentos con la jornada aunque lo manifiestan con mayores trabas. "Nos lo estamos pasando muy bien", aseguran.
Unos y otros, se conocieron por primera vez hace días cuando los alumnos del Marqués de Suances visitaron las aulas del María Corrochano. Allí se quedaron impresionados al ver los trabajos manuales de los chavales discapacitados. "Creíamos que no sabían hacer nada y resulta que tienen unas cosas de madera que alucinas y también ilustran camisetas con trozos de patata y pintura", comentan. "Nos enseñaron a limpiar bien la bañera", comentan como otra habilidad destacable.
Varios profesores de los centros se encontraban ayer junto a los chicos. Los del colegio de primaria cuentan que, al principio, los chavales sentían cierta extrañeza ante la experiencia. Los del centro de educación especial relatan que fue necesario explicar bien a sus colegiales en qué iba a consistir la jornada. "Para evitar la angustia que les crean las situaciones nuevas, comentan. Ahora todos quieren repetir.
Rosa Mozota, del servicio municipal de Educación, explica- que ya en 1995 se inició una experiencia piloto de este tipo en Fuencarral. Este año al programa se han apuntado quince centros de educación especial que debían buscar otros tantos colegios de primaria dispuestos a esta convivencia.
Los encuentros, a día por colegio, se desarrollan en los polideportivos municipales de Palomeras y del Barrio del Pilar del 11, de abril al 31 de mayo. Cada jornada es lana lección práctica de algo que: los maestros intentan trabajar en las aulas a veces sin saber cómo: el respeto a la diferencia.
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