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Una 'visera' con área de recreo incorporada amortigua el ruido de la M-40 en Hortaleza

Años de protestas y reivindicaciones han permitido a los vecinos del barrio de San Lorenzo liberarse del sordo rumor que hace retumbar las paredes de sus casas, el tráfico de la M-40, por donde circulan diariamente más de 40.000 vehículos, entre camiones motos y turismos. Para mitigar este ruido de motores una visera de 9.000 metros cuadrados (800 de largo) cubrirá la calzada de la M-40 en la dirección sur, la más próxima a las viviendas. Las obras ya se han iniciado. Asume el gasto de 1.100 millones de pesetas la Administración del Estado, aunque no tendría por qué.

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La maquinaria de las obras municipales pasará un examen antiestruendo

, Cuando el barrio de San Lorenzo obtuvo licencia municipal el ayuntamiento ya sabía que por ésos terrenos figuraba el trazado de uno de los cinturones de Madrid, la M-40. La reserva de suelo estaba hecha, luego no procedía autorizar la construcción de viviendas al pie mismo de la futura autopistas. Los problemas se descubrieron al entrar ésta en servicio. Ruido por arriba, por abajo y por todos los costados.Los vecinos comenzaron a colocar banderolas y carteles para hacer patente su protesta hasta forzar al antiguo Ministerio de Obras Públicas a tomar cartas en el asunto. La Dirección General de Carreteras encargó a un equipo de expertos en acústica del CEDEX para que evaluaran el alcance de las molestias. El equipo, encabezado por José Trileros y Fernando Segues, realizó mediciones en los pisos superiores y bajos, en las viviendas pegadas a la M-40 y las más alejadas del barrio. Era en 1992, cuando las mediciones se limitaban a las horas diurnas.

En los pisos bajos el ruido alcanzaba los 69 decibelios y en los altos 75, un nivel muy superior a los límites legales cuando alumbra el sol: 65 decibelios (55 si es de noche). Trileros y Segues realizaron su trabajo con todo el apoyo de los vecinos. Esta colaboración era imprescindible ya que las mediciones debían realizarla en las estancias interiores de las viviendas.

Desde 1992 en que concluyó el estudio los vecinos han tardado cuatro años en comprobar su finalidad. El ministerio de Obras Públicas, hoy de Fomento, a través de la demarcación de carreteras de Madrid ha comenzado a instalar pantallas acústicas en dos de las zonas afectadas, colegio Juan de Zaragüeta y frente a los edificios de la calle Solana.

Pasarela sobre la M-40

El resto, las viviendas más próximas, se va a proteger con un gran voladizo que cubrirá prácticamente toda la calzada en dirección sur de la M-40 a lo largo de 800 metros. La superficie de esta visera alcanza una extensión de unos 9.000 metros cuadrados, donde los proyectistas han planeado ubicar una zona ajardinada y de recreo desde la que partirá una pasarela para acceder sobre la M-40 a la carretera de servicio del sentido norte. Los 1.100 millones en que están presupuestadas las obras correrán a cargo del Ministerio de Fomento.Los vecinos del barrio de San Lorenzo, atosigados por el estruendo de la M-40 desde hace anos, se alegran de la medida. María del Carmen Moreno, de 66 años, comentaba ayer que en su casa, situada a 100 metros de la autovia "dormir es muy difícil", informa Antonio Jiménez. "Por la mañana, con el trajín de la casa, se lleva mejor el asunto", añadía. "Por la noche no se oye otra cosa que patinazos de coches, como si estuvieras en la calle. En invierno cerramos las ventanas y se soporta mejor, pero en verano esto es espantoso. Y eso que hay un bloque: que está más cerca", concluye Moreno.

En la casa de Sergio Álvarez, de 16 años, hace dos meses tiraron de alguna manera la toalla: colocaron ventanas dobles. "Tú te dormías y entonces pasaba una moto a toda velocidad y te despertabas de golpe; era horrible", dice Alvarez. "Ahora nos da igual con las dobles ventanas. En verano tenemos un ventilador para no tener que abrirlas".

En un colegio próximo, el Juan Zaragüeta, se dan las clases siempre con las ventanas cerradas, siempre que el calor lo permita. "Los niños, o pasan calor o soportan un ruido que no hay quien lo aguante", decía ayer una madre, que añadió: "Pero creo que las mamparas que van a poner no llegan hasta donde está el colegio. Se quedan en los pisos". Con la ayuda del Defensor del Pueblo y denuncias ante distintos foros, el modesto barrio de San Lorenzo consigue después de cuatro años de espera lo que otros barrios de alcurnia han logrado sin tener que pedirlo. La M-30 a su paso por Puerta de Hierro, la M-40 en su tramo occidental (Nudo de la Zarzuela, Pozuelo ... ) y toda la ampliación de la N-IV cuentan desde su construcción con pantallas amortiguadoras del ruido.

El equipo de acústica del CEDEX se moviliza ahora por toda España para evaluar impactos de ruido semejantes al de San Lorenzo. En la mayoría de los casos para aplicar medidas correctoras. Lo lógico, según Segues sería los estudios de impacto acústico en la fase de elaboración de los proyectos.

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