Delors presidirá una fundación de la UE para lanzar proyectos

Jacques Delors vuelve a la política europea. El ex presidente de la Comisión Europea acaba de aceptar ponerse al frente de una fundación de nuevo cuño para lanzar proyectos a medio plazo y, sobre todo, generar "una red cívica de apoyo a la integración comunitaria", según ha sabido EL PAÍS. La fundación, de carácter público, tendrá su sede en París. La idea fue lanzada por el canciller Helmut Kohl, y sus promotores pretenden contar con la aportación de distintas personalidades de la Unión Europea (UE). Entre otros, de Felipe González.Hace ya varias semanas (véase EL PAÍS del 16 de abril) que el canciller Kohl logró vencer las reticencias iniciales del presidente de la República francesa, Jacques Chirac, a la creación del nuevo organismo. Kohl está preocupado por la pérdida de peso intelectual y de audacia que aqueja a la construcción europea, y por el desapego de parte de la opinión pública. Chirac ha comprobado, en un año de mandato, que su opción es pasar a la historia como el gaullista que dio el empujón definitivo a Europa. Aprovechará para ello que Francia figura, aunque en ambos como segundo socio, en los tándem de sus dos grandes retos: la Unión Monetaria (junto a Alemania) y la Europa de la Defensa (junto al Reino Unido). A tal fin necesita reagrupar a todos los europeístas de su país, Delors en primer término.

Establecido el acuerdo político, el equipo del actual presidente de la Comisión, Jacques Santer, ha elaborado en el último mes las disponibilidades de intendencia para el proyecto, que Delors ha asumido, aunque quede algún detalle por concretar. La fundación será un organismo ágil, de estructura reducida, si bien algo mayor de lo que la burocracia de Bruselas ideó en un primer momento. Contará con cerca de media docena de expertos de alto nivel. Se considera que esta cifra es inicialmente suficiente, porque la nueva entidad descansará en la red de contactos y apoyos trabada por Delors durante su decenio al frente del Ejecutivo comunitario. Su fuente de financiación será el presupuesto comunitario, que quizá se complete con otras.

Kohl abriga la intención de implicar, entre otros, a Felipe González, en esta "red cívica", paralela a la oficial, de generación de proyectos a medio plazo y de apoyo a la integración comunitaria. Se persigue "la complicidad de la sociedad europea", tarea en la que Delors fue maestro. La pretensión es contribuir a insuflar nuevo dinamismo a la alicaída construcción de la UE.

La fundación se radicará en París. Los promotores desestimaron Bruselas, para no solapar la actuación de la propia Comisión -"Delors quiere evitar que se le vea como una sombra alargada sobre Santer", se comenta en Bruselas- y para tener más libertad de movimientos en la concreción de la red paralela. El peligro de que acabase derivando en una entidad franco-francesa es conjurable tanto porque se tratará de una fundación pública de la Unión, cuanto porque piensa apoyarse en la colaboración de líderes de opinión de los distintos países miembros.

El programa de actividades y la resolución de los últimos detalles se cerrará en junio, con el objetivo de que el instituto empiece a actuar en otoño. Será dirigido probablemente por una alta funcionaria europea que ha colaborado largo tiempo con Delors en Bruselas.