El líder de los chechenos se reunirá con Yeltsin antes de las elecciones

El líder independentista checheno, Zelimján Yandarbíev, viajará a Moscú para entrevistarse con el presidente ruso, Borís Yeltsin, antes de las elecciones del 16 de junio, en las que Yeltsin busca la reelección. El acuerdo de esta inesperada cita moscovita, que aumentará las posibilidades de triunfo de Yeltsin, se ha logrado gracias a la intervención de la misión de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que funciona en Grozni, la capital chechena.

"Hay que solucionar el conflicto de Chechenia. Yeltsin mostró su disposición a reunirse con Yandarbíev. Se ha llegado al acuerdo de celebrar este encuentro próximamente en Moscú. Provisionalmente, se ha convenido en que es necesario restablecer el diálogo entre las dos partes del conflicto armado sobre la base de los principales principios del Acuerdo para la Solución Pacífica de la Situación en la República Chechena (bloque de problemas militares) firmado el 30 de junio de l995", se dice en la declaración hecha pública ayer por Tim Guldimann, jefe de la misión de la OSCE en Grozni. La OSCE acompañará a Yandarbíev a Moscú y participará en las conversaciones, explicó Guldimann, que hablaba en Grozni y agregó que las discusiones se celebrarán "para cesar los combates y llegar a una solución pacífica".En Moscú, Serguéi Medvédev, secretario de prensa de Yeltsin, confirmó la noticia y dijo que el presidente "garantiza la seguridad tanto de Yandarbíev como la de los otros miembros de la delegación que participarán en las con versaciones".

La celebración de una cumbre entre Yeltsin y Yandarbíev seguramente significará muchos votos adicionales para el actual presidente en vísperas de las elecciones del 16 de junio. De acuerdo con el último sondeo publicado por el Centro Ruso de Estudio de la Opinión Pública sobre los problemas que más preocupan a los votantes ' el conflicto en Chechenia figura en primer lugar (42% de los encuestados), y también la mayoría (57%) lo primero que espera del nuevo presidente es que ponga fin a la guerra chechena.

También para Yandarbíev el ir a Moscú es un gran éxito, pues significa el reconocimiento de las fuerzas independentistas chechenas. Borís Yeltsin siempre se negó, durante más de cuatro años, a entrevistarse con el primer presidente checheno, Dzhojar Dudálev, y hasta la fecha no se había mostrado dispuesto a reunirse personalmente con los líderes separatistas y había propuesto para esa tarea a un dirigente de menor rango.

Disgusto de los generales

Este reconocimiento de Yandarbíev como interlocutor del Kremlin al más alto nivel representa un duro golpe para Doku Zavgáiev, líder del régimen prorruso de Grozni, que, sin duda, hará todo lo posible para impedir que se celebre la reunión. Tampoco a los generales les gustará la idea de la cumbre, ya que ello significará el abandono de los métodos de fuerza para resolver el conflicto, y lo que más pedían los militares últimamente es que los políticos no reprodujeran la situación del verano pasado, cuando, según ellos, al sentarse a la mesa de las negociaciones, los frenaron en el momento en que estaban a punto de acabar definitivamente con los separatistas. Ahora los generales aseguran de nuevo poder terminar con la resistencia chechena en las próximas semanas y temen que una tregua y nuevas negociaciones permitan a los guerrilleros, como ya ocurrió el año pasado, recuperarse de las derrotas sufridas.Mientras tanto, las tropas del Kremlin anunciaron ayer la obtención de una nueva victoria sobre los separatistas al conquistar los cuatro silos de misiles de la antigua base soviética próxima al pueblo de Bamut, el último foco de resistencia guerrillera en el suroeste de Chechenia. Sin embargo, los rusos no han logrado tomar la localidad, defendida por más de mil independentistas.