La policía judicial sigue la pista al autor de la muerte de David Afonso

El autor de la puñalada que el 15 de mayo mató en un ferial de Arganzuela a David Afonso, de 17 años, seguía anoche libre, pese a haber sido identificado. Se trata, según los primeros datos, de un español, de unos 20 años y aficionado a la música bakalao. La policía confiaba en detenerle. Asimismo, seis de los ocho jóvenes arrestados por la reyerta pasaron ayer a disposición judicial, acusados, de riña tumultuaria con resultado de muerte. Entre ellos figuran dos magrebíes y un peruano que han sido reconocidos por los testigos como los que iniciaron de la reyerta, e incluso apuñalaron a un amigo de la víctima.

Los reconocimientos se efectuaron en la Brigada de Policía Judicial, según relató una chica que acompañaba a David cuando murió. El grupo de amigos de David Afonso tenía, según esta testigo, referencias de uno de los magrebíes detenidos. "Era el típico tío que va de golfo, de chungo, de buscalíos. Ya le habían dado alguna puñalada en broncas. E incluso una vez dijo: 'A partir de ahora, yo voy a cuchillo'. Hace poco le vieron salir de Max [una discoteca del centro de Madrid] lleno de sangre después de darle con el bardeo [navaja] a uno", afirmó la joven.Otra de las identificaciones procedió de David N. Q., quien resultó herido en la reyerta. Este joven reconoció fotográficamente al peruano como su agresor.

Estas pruebas fueron el detonante de la redada. Ocho jóvenes fueron detenidos. Dos han quedado libres y seis, de 18 a 22 años, pasaron ayer a disposición judicial bajo la acusación de riña tumultuaria con resultado de muerte (lo que puede acarrearles hasta seis años de cárcel). Todos confesaron, según fuentes policiales, su participación en la reyerta, pero negaron la autoría del navajazo que mató a David.

La posibilidad de que el criminal se hubiese dado a la fuga mantuvo la oscuridad sobre las pesquisas. Entre los detalles de la investigación que salieron a la luz figura el vínculo de amistad entre los dos marroquíes y el resto de agresores. Este hecho explica por qué tras la disputa inicial entre los magrebíes y los amigos de David -originada por una moneda de 500 pesetas que se le cayó a una amiga de la víctima- una pandilla de bakaladeros apoyó a los emigrantes. Esta relación nació en Lavapiés, por donde, según las primeras versiones, se movían los detenidos.

Otro dato que se desprende de las investigaciones reside en que el autor de la puñalada pertenecía a la pandilla de bakaladeros. En este sentido, un testigo de la riña, en la que participaron unos 30 jóvenes, matizó que estos bakaladeros no forman ningún grupo fascista o ultranacionalista, sino que son amantes de la música bakalao. "No podían ser fachas", aclaró, "porque entonces no serían amigos de los marroquíes. Pero llevaban marcas [de ropa] que más o menos identifican a los bakaladeros.