Çiller sitúa a la coalición turca al borde de la ruptura

El Gobierno de coalición turco está al borde de la ruptura, para satisfacción de los islamistas, excluidos del poder pese a ser los más votados en las elecciones legislativas del pasado 24 de diciembre. Dos ministros del Partido de la Recta Vía (DYP), que dirige la ex primera ministra Tansu Çiller, dimitieron ayer, poco después de que su líder exigiera la "dimisión inmediata" del jefe del Gobierno y líder del Partido de la Madre Patria (ANAP), su aliado y rival político Mesut Yilmaz. Unal Erkan, ministro sin cartera, anuncio que él y su correligionario Ayvaz Goktemir presentaron su dimisión a Çiller para que ella se la entregue a Yilmaz.Las dos formaciones, de ideología conservadora y orientación laica, formaron un Gobierno de coalición el pasado mes de marzo, apoyado desde fuera por el Partido de Izquierda Democrática (DSP), del ex primer ministro Bülent Ecevit. El pacto se forjó bajo presiones de círculos laicos -incluidos los empresarios, medios de comunicación influyentes y Ejército- para impedir que llegaran al poder los islamistas del Partido de Bienestar (RP), de Neemettin Erbakan.

Al dirigirse ayer a los diputados del DYP en el Parlamento, Çiller dijo que es obvio que la actual coalición minoritaria no puede funcionar, por lo que debería formarse un Gobierno con el apoyo de la mayoría del Parlamento. "Si Yilmaz es honrado, devolverá su mandato [al presidente de la República, Suleimán Demirell inmediatamente, en vez de permanecer al frente de un Gobierno que no puede funcionar", dijo Çiller.

Yilmaz ya había declarado por su parte, la medianoche del martes a una emisora de televisión, que la coalición gobernante no podría durar mucho en las actuales condiciones.

La animosidad personal entre Çiller y Yilmaz, que dominó la última campaña electoral, aumentó desde que decidieron coligarse. Yilmaz declaró ayer que los 900 millones de pesetas que Çiller extrajo como fondos reservados del Estado la víspera de su dimisión como primera ministra no fueron dirigidos a ninguna institución estatal.

Çiller replicó que es Yilmaz quien tiene que aclarar con pruebas todas las dudas sobre el manejo de los fondos. "Si se lo digo [adónde fue el dinero], ello supondría el colapso para Turquía y la caída del régimen, bajo cuyo peso quedarían aplastados todos", señaló. "¿Qué ocurriría si yo lo explico? Los rumores no terminarían, pero las naciones lucharían entre sí. Las especulaciones empezarían a desplazarse de un país a otro", precisó Çiller. Añadió que el objetivo de Yilmaz es destruir al DYP para convertirse en el líder de la derecha turca unificada.

El Parlamento turco, a iniciativa de los islamistas, aprobó recientemente la puesta en marcha de dos investigaciones sobre supuestos favores al marido de Çiller en la privatización de empresas estatales. Yilmaz dio a sus diputados libertad de voto, y muchos de ellos votaron a favor de las investigaciones.

Erbakan, el líder islamista, pronosticó el martes que antes de 10 días llegará al poder, y criticó la decisión del Gobierno de coalición de suscribir, en febrero, acuerdo militar con Israel. ¿Acaso no bombardearon los judíos a nuestros hermanos en Líbano?", se preguntó.