Decenas de soldados rusos mueren en una nueva ofensiva de Moscú en Chechenia
Decenas de muertos y heridos ha costado a los rusos la nueva ofensiva contra el pueblo de Bamut, sin que lograran tomar esta plaza fuerte de los guerrilleros chechenos donde en época soviética había una base de lanzamiento de misiles. Bamut es prácticamente el último foco de resistencia activo en el suroeste de Chechenia y todos los intentos de conquistarlo que se han hecho en el último año de guerra han fracasado.Entre 16 y 40 son los soldados rusos que han perecido en los últimos enfrentamientos habidos en los alrededores de Bamut según las diferentes fuentes, mientras que los heridos llegan a una cincuentena.
Las bajas de los chechenos son prácticamente imposibles de contabilizar. Generalmente, los guerrilleros retiran de inmediato a sus muertos para darles sepultura el mismo día de acuerdo con la tradición musulmana, aunque los militares afirman haber eliminado a más de un centenar. En la región de Bamut, según los rusos, hay cerca de 1.000 independentistas armados.
Mientras, los generales siguen metiendo miedo al presidente Borís Yeltsin con posibles atentados a su vida en renovados intentos de convencerle de que no debe viajar a Chechenia. El teniente general Andréi Ivanov declaró ayer en el Kremlin que el Estado Mayor General del Ejército posee datos fidedignos de que el comandante guerrillero Shamil Basáyev está preparando un atentado contra Yeltsin si éste decide seguir adelante con sus planes de visitar la república norcaucásica rebelde.
Ivanov afirmó que Basáyev ha formado tres destacamentos de 40 combatientes cada uno para eliminar al presidente. Otro alto oficial, que prefirió conservar el anonimato, insistió en que no se puede garantizar la seguridad de Yeltsin en territorio checheno e hizo notar que los "grupos terroristas" poseen misiles tierra-aire Stinger, lo que hace peligrar la vida del líder ruso ya en el aire.
El Gobierno checheno prorruso de Grozni, por su parte, asegura que puede garantizar la seguridad de Yeltsin y está haciendo todo lo posible para que el viaje del presidente se realice, siempre y cuando, claro está, desista a sus intenciones de negociar con los separatistas chechenos.
Pero si Yeltsin lo que realmente desea es poner en marcha las conversaciones de paz, no necesariamente debe ir a Chechenia y bien podría aceptar la propuesta hecha ayer por el líder independentista, Zelimján Yandarbíev, de reunirse en Majaclikalá, capital de Daguestán. Esta idea fue aprobada el lunes en una reunión de Yandarbíev con el jefe del Estado Mayor checheno, Aslán Masjádov, y otros comandantes guerrilleros. La Unión de Musulmanes de Rusia, presidida por el daguestano Nadir Jachiláiev, podría organizar el encuentro con la dirección rusa, según los separatistas.
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