El tercer día de huelga de empleados públicos paraliza varias ciudades alemanas
Los sindicatos alemanes mantienen la presión de las huelgas para que los salarios de los trabajadores públicos aumenten según sus reivindicaciones. El Sindicato del Servicio Público (OETV) mantuvo ayer, fecha en que se reanudaba la negociación del convenio colectivo para el sector público, su tercera jornada de movilizaciones (cinco horas), a la que se unieron 20.000 trabajadores del transporte público. Los paros afectaron a centenares de miles de berlineses, que llegaron tarde a sus trabajos pues el metropolitano, los tranvías y los autobuses no salieron de las cocheras. En otras ciudades alemanas, como Stuttgart, Karlsrube, Wiesbaden, Dusseldorf, Kiel, Dresde y Chemnitz, la situación caótica fue muy similar.Portavoces de los sindicatos alemanes anunciaron un "cierto optimismo" en las conversaciones de ayer para la negociación el convenio colectivo de los 3,2 millones de empleados del sector público. Thomas Wunder, portavoz de la OETV, anunció, tras cinco horas de conversaciones, que "hay razones para ser optimistas". Las negociaciones continuaban durante la noche de ayer.
En total, unos 100.000 trabajadores secundaron las huelgas de advertencia el martes; y más de 40.000 asalariados mantuvieron ayer las movilizaciones. Los servicios de transportes, los servicios de limpieza y los portuarios resultaron paralizados durante toda la mañana. También el sindicato de Correos (DPG) se adhirió a la protesta y en todo el terrirorio federal se acumularon más de cinco millones de cartas y paquetes.
Los sindicatos protestan contra la congelación salarial que piden las organizaciones empresariales y mantienen una clara oposición al plan de austeridad propuesto por Helmut Kohl, que implica un recorte presupuestario de 50.000 millones de marcos (4,15 billones de pesetas) y que se analizará hoy en el Parlamento.
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