Cinco entrevistadores muestran sus recetas en un coloquio de EL PAÍS

Definida como un juego de dos espejos, como el arte de preguntar y escuchar o incluso como un acto teatral, la entrevista -uno de los llamados géneros periodísticos- fue ayer el tema de Los coloquios de EL PAÍS, los debates organizados por las Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS con motivo del 20 aniversario de este diario.Tres periodistas de prensa especializados en el género -Sol Alameda, Rosa Montero y Feliciano Fidalgo- y dos de radio -José Ramón de la Morena e Iñaki Gabilondo revelaron algunos de sus secretos ante el público que abarrotó la sala de exposiciones del Ministerio de Cultura. Moderados por el escritor Manuel Vicent, los entrevistadores hablaron de sus limitaciones y de sus armas. "La entrevista tiene mucho de acto dramático, de ritual", dijo Rosa Montero. "Hay algo de intimidad ficticia que a veces da resultados insospechados". Sol Alameda, definida por Manuel Vicent como una periodista "capaz de sacar las muelas desde una mesa camilla y sin que al otro siquiera le duela", destacó la curiosidad como clave de su trabajo. "Después de leer mucho sobre una persona quiero saber aún más, pero sin mala intención. Yo no quiero sacarle las muelas a nadie. Todo lo contrario, quiero entenderle lo mejor posible".

Feliciano Fidalgo defendió su modelo de entrevista, "sorpresiva y surrealista", según Vicent. "No me gusta el acoso, me gusta la seducción. A veces desde las preguntas más absurdas se llega mejor a la verdad", señaló Fidalgo.

Por su parte, Gabilondo y De la Morena hablaron de la dificultad de la entrevista en directo y en tiempo real de la radio. "Esta particularidad marca de una forma angustiosa la entrevista", dijo Gabilondo. "Siempre lo llevo preparado todo hasta el detalle pero nunca sé cual será el resultado", afirmó De la Morena. A Gabilondo le gusta ir a las entrevistas sin un papel entre las manos: "La gente sólo habla cuando se siente escuchada". Y añadió: "El respeto al entrevistado debe ser total y aunque no hay que herirle tampoco se puede herir al público evitando las preguntas clave, duelan o no".