Los avellaneros llevan su protesta a Bruselas

Un millar de agricultores del sector de la avellana copó ayer el centro de Bruselas. Se manifestaron con grandes pancartas que rezaban No al dúmping de Turquía y enarbolaron banderas catalanas: la mayoría, exactamente 680, eran de la comarca del Tarragonés, Reus. El resto, 200 italianos y unos 60 franceses. No es que pretendieran paralizar las importaciones procedentes de Turquía a precios bajos, sino obtener compensaciones a cambio.Agricultores, cooperativistas y comerciantes consideran que ya han realizado su reconversión según los parámetros europeos. Han reducido la superficie de cultivo en un 33%, de más de 3 1.000 hectáreas a unas 20.000. "Pero con los bajos precios turcos no podemos competir", señalaba el responsable comarcal de la Unió de Pagesos, Pere Guinovart. Y es que los costes laborales son en Turquía ridículos: una jornada agrícola cuesta allí tres ecus (480 pesetas), lo que equivale a menos de un séptimo de la, jornada española (23 ecus). Además, Turquía controla el mercado. La producción mundial es de medio millón de toneladas, 100.000 de las cuales se producen en Italia, 20.000 en España y 4.000 en Francia. El resto es producción turca. El consumo mundial asciende sólo a 450.000 toneladas, por lo que los excedentes acumulados anualmente provocan continuas caídas de precios.

Por eso los agricultores reclaman un precio de referencia, por debajo del cual se arbitrarían ayudas directas, destinadas a "compensar la pérdida de renta" ocasionada por las importaciones a precios bajos. Un comité especial debatirá el asunto, que volverá al Consejo en junio.