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Entrevista:

"No vengo a imponer nada"

Luis Gómez

Pedro Antonio Martín es el nuevo secretario de Estado para el Deporte. Es abogado y tiene 46 años. Tiene una ventaja: aterriza en un mundo que le es sobradamente conocido. No es nuevo en esta plaza.Pregunta. Se define como un hombre de centro. ¿Pero es usted liberal o conservador?

Respuesta. Liberal.

P. ¿También en términos deportivos?

R. Liberal significa también estado de Derecho, reglas.

P. En términos deportivos, liberal se entiende por no intervenir, privatizar, eliminar, leyes, subvenciones...

R. Existe un mandato constitucional que asumo y defiendo, que es el del fomento del Deporte y el hacer llegar a todos los ciudadanos la posibilidad de hacer Deporte en igualdad de oportunidades. También el Deporte significa una manera de entender la vida: ilusión, competencia, esfuerzo. También significa que el Estado no debe estar presente en todo acontecer diario y que cuanto más presente esté más débil es la sociedad civil. No soy un liberal radical, pero el Estado debe cumplir una función.

P. Pero es usted consciente de que la sociedad deportiva se ha acostumbrado a vivir del Estado y ha hecho de ello un hábito.

R. El Deporte ya no es un hobby. También es cultura. Y da la identidad de un país hacia el exterior. En tanto en cuanto represente a ese país, el Estado debe colaborar. No me gusta tanto la palabra subvención como la palabra colaboración.

P. ¿Cuántas federaciones podrían sobrevivir sin una fuerte subvención del Estado?

R. Pocas, muy pocas. Por eso, hemos dicho que la ley del mecenazgo y el patrocinio debe ser una de las vías para que sea posible que cada federación empiece a obtener recursos por sus propios medios. Y eso no puede venir más que por la vía de ese mecenazgo y de los incentivos fiscales a la participación privada en el Deporte, el reconocimiento de utilidad pública... una serie de medidas que nos hemos comprometido a adoptar.

P. ¿Hubiera diseñado usted el plan de saneamiento?

R. Iba a decir que no, pero no creo que todo sea blanco o negro. Todo viene en parte del Mundial del 82 y por unos desequilibrios en la gestión de los clubes. Ese plan de saneamiento ha sido generoso con el fútbol profesional, porque hay, mucha gente que no acaba de entender que una mala gestión sea financiada con dinero de todos.

P. El mundo del deporte también está acostumbrado a que el CSD resuelva todos los litigios. ¿Va usted a intervenir tanto?

R. Voy a procurar que el CSD cumpla una función de fomento y de coordinación y que ese fomento sea para impulsar el diálogo y que el mundo del Deporte se acostumbre a buscar soluciones entre sus instituciones, pero no a mirar por sistema hacia arriba. También podremos ser árbitro cuando lo pidan las partes porque ésta es la casa del Deporte.

P. Algo que le va a caer entre manos es la pacificación del fútbol. La Liga Profesional parece que no está capacitada en estos momentos para poner orden en el mundo del fútbol. ¿Va a tener que intervenir en este asunto?

R. La Liga está reconocida en la Ley del Deporte. No es más que lo que quieran sus propios miembros. No es algo etéreo. Deben ser ellos los que busquen sus fórmulas de solución. El tema de las televisiones no es competencia de este departamento salvo en todo lo que afecte a la pureza de la competición, a su transparencia. En ese sentido, podremos y deberemos intervenir.

P. El caso Bosman, sin embargo, cambia mucho las cosas.

R. Era una sentencia esperada y lógica. Obliga a pensar cuáles son sus consecuencias y lo que pudiera afectar a las selecciones nacionales. Porque se pueden producir consecuencias no de seadas por la propia resolución. Todos somos europeos, pero no existen los mismos tratados de reciprocidad de algunos países europeos con otros países no europeos. Por ejemplo, entre Inglaterra y Canadá, entre España y Portugal y países suramericanos o centroamericanos. Eso puede repercutir en las propias competiciones y no permitir la igualdad entre todos los países europeos.

P. Los clubes de fútbol quieren libertad para todos los europeos.

R. Es prematuro pronunciarme en estos momentos.

P. ¿Pero se moverá para impedirlo?

R. Si considerásemos a través de los técnicos de esta casa junto con los de la federación que esas medidas pudieran afectar a la selección, nos sentaríamos a hablar con la Liga Profesional. No vengo a imponer nada, vengo a exigir el cumplimiento de la ley. Y a dialogar.

P. Si se produjera ahora bajo su mandato el caso de los descensos del Celta y el Sevilla...

R. Entiendo que aquello fue una fórmula de compromiso que no ha tenido buenas consecuencias. Yo ya digo que este año, este secretario de Estado cumplirá lo que marque la Ley con todas sus consecuencias.

P. ¿No puso ese caso de manifiesto la necesidad de simplificar la ley de sociedades anónimas?

R. Es verdad que hay que suprimir determinadas cortapisas, pero también que debe existir una ley que proteja la pureza de la competición.

P. ¿No es un contrasentido que esa ley haya permitido a cuatro clubes no transformarse en sociedades anónimas, que no sea una ley para todos?

R. Es de muy difícil retorno el proceso de conversión en sociedades anónimas. Ya es imposible adoptar un nuevo modelo. Lo que no compartía de esa ley es que surgiera como una imposición contra los malos gestores y un premio para los buenos.

P. Usted gestionará la parte final de la preparación olímpica. ¿Es la parte más confortable de su cargo?

R. Mi impresión después de haber escuchado muchas opiniones es la de que el equipo técnico que existe en este consejo es magnífico. Su labor está siendo elogiada por todo el mundo. Se ha hecho un buen trabajo de cara a Atlanta.

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