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Aznar y Pujol celebran hoy su primer encuentro en La Moncloa para analizar el desarrollo del pacto

El presidente del Gobierno, José María Aznar, recibe este mediodía en La Moncloa al de la Generalitat, Jordi Pujol. La cita fue establecida ayer al mediodía y es el primer encuentro que celebran desde que el primero fue elegido jefe del Gobierno, el pasado día 4, con los votos de CiU, el PNV y Coalición Canaria. La reunión servirá para analizar la aplicación de los acuerdos suscritos entre los nacionalistas y el PP. Pujol lanzó ayer desde Mallorca una contundente crítica contra el presidente del PP en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, a quien tildó de "bocazas".

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Aznar anunció personalmente la fecha del encuentro al término de la reunión del Consejo de Ministros. El presidente del Gobierno, por otra parte, garantizó que el Consejo de Política Fiscal y Financiera no se apartará de lo pactado en materia de financiación autonómica para ampliar el consenso a las comunidades administradas por los socialistas que han criticado lo acordado. Aznar señaló que él ha defendido de forma vehemente la corresponsabilidad fiscal y va a cumplir los pactos en esta materia.Pujol supo, por una nota que le pasó un funcionario durante una conferencia de prensa que ofrecía en Palma de Mallorca, la flecha de la cita con Aznar. El jueves, Pujol había hablado extensamente por teléfono con Aznar, y el presidente del Gobierno le comunicó el nombramiento de Julia García Valdecasas como delegada del Gobierno en Cataluña.

Además de estudiar la aplicación de los acuerdos escritos (desaparición de los gobernadores civiles, cesión de la gestión de los puertos, traspasos del Inem, asunción de competencias en Tráfico, revisión de las leyes del Suelo y de Costas, etcétera), Pujol también aspira a empezar a abordar lo que él llama "el segundo cohete" del pacto, que se refiere por ejemplo a la política autonómica del nuevo Gobierno, y en especial a la elaboración de los Presupuestos para 1997, y a la política de traspasos.

Pujol hizo un aparte al final de la conferencia de prensa celebrada con el presidente balear, Cristòfol Soler (PP), en el castillo de Bellver, de Palma de Mallorca, para contestar en un monólogo, sin admitir preguntas, a las críticas -"muy sarcásticas", dijo- del presidente del PP de Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, quien la víspera había afirmado que el recorte presupuestario de la Generalitat para 1996 (72.000 millones) era insuficiente -"un retoque cosmético", afirmó- y no cumplía el pacto PP-CiU de reducción del déficit.

"Es falso", dijo Pujol, visiblemente enojado. "El recorte de la Generalitat equivale a un 4% de su presupuesto. Y un recorte de 200.000 millones del Presupuesto del Estado -no digo que tengan que recortar más- equivale al 1%. Por tanto, es una acusación falsa decir que recortamos poco. Recortamos mucho". "Nosotros", siguió Pujol, "siempre hablamos de manera absolutamente exquisita, correcta y respetuosa del Partido Popular y no nos interferimos, ni queremos, en sus problemas internos. Nunca he reclamado nada sobre cuestiones internas al señor Aznar. Y nuestras declaraciones han sido de una gran corrección, lo que no hace el señor Vidal-Quadras".

El monólogo continuó: "Estamos muy cansados, el Gobierno de la Generalitat y el Grupo Parlamentario Catalán en Madrid, de las provocaciones, de los sarcasmos y de los ataques injustificados que nos hace. Comprenderán que al decirles lo que sigue es que estamos muy hartos: el señor Vidal-Quadras es lo que los castellanos denominan un bocazas, un bocazas barroco, muy barroco, pero un, bocazas. Quiero que de una vez se sepa que este tipo de actuación es absolutamente intolerable. Y que el Gobierno de la Generalitat, el presidente de Cataluña y el Grupo Parlamentario de Madrid están hartos de es a forma de trato, absolutamente desleal, que está desarrollando el señor Vidal-Quadras".

"Sarcasmo y cinismo"

Horas antes, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, también había calificado de "irresponsables" las críticas de Vidal-Quadras y había advertido que este "modelo de oposición", hecha desde "la irresponsabilidad, el sarcasmo, el cinismo y las verdades a medias" puede dañar los pactos entre CiU y el Partido Popular.Duran aseguró que desde la coalición también se podía haber criticado con sarcasmo e ironía "algunas decisiones y contradicciones del Gobierno." y, sin embargo, no lo ha hecho.Las relaciones entre Vidal-Quadras y CiU han sido siempre francamenta malas, sobre todo desde que el dirigente popular agitara el debate sobre la aplicación de la Ley de Normalización Lingüística y se situara explícitamente fuera del tradicional consenso que las fuerzas políticas parlamentarias mantienen en torno a los objetivos básicos del autogobierno.

La nueva relación de fuerzas surgida de las elecciones del 3 de marzo ha dado pie a que los enemigos internos del presidente popular hayan pedido su relevo, por considerarlo un obstáculo al entendimiento entre el PP y CiU. Este diario trató ayer tarde que recoger la reacción de Vidal-Quadras sin conseguirlo.

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