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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El consulado de España en Moscú

Acaba de llamarme desde Moscú ni amiga y colega Iriña Juzemi, hispanista, redactora y corresponsal en Buenos Aires del prestigioso periódico ruso Literaturnaya Gaceta, invitada por mí a España. "No puedo ir", me dice casi llorando de humillación y rabia, "me lo impide la mafia". No se refiere a la mafia en general en Rusia, sino concretamente a un grupo de truhanes que operan ante la entrada al consulado español en la moscovita calle Kachalova. Resulta que mi amiga ha estado tres semanas marcando cola en el consulado y ayer los mafiosos han destrozado las listas de espera. Eso les conviene, ya que después, por unos cuantos cientos de dólares, ofrecen en mano el anhelado visado español. Mi amiga no quiere ni puede pagarles. Y como no se siente con fuerzas para hacer de nuevo la cola, ni tiene tiempo para eso, no vendrá.Lo de la mafia que controla la cola en el consulado español en Moscú no es noticia. Sobre ella ya se ha escrito varias veces en la prensa española y rusa. Se ha dicho que el sucio negocio lo controlan unos caucasianos. Es triste reconocerlo, pero corren bulos desagradables al respecto porque la gente no entiende cómo desde el Cáucaso se pueden conseguir visados españoles. A mí, que conozco la honestidad y abnegación de muchos funcionarios del consulado,

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desbordados por el exceso de trabajo, me duelen las insinuaciones' que a raíz de eso se hacen en Moscú. Para terminar con ellas no bastan declaraciones juradas. Hay que cortar las propias raíces de esa práctica que no sólo siembra oscuras dudas, sino cierra el camino a España a gente decente, abriendo las puertas de par en par a eventuales mafiosos. Nada más eficaz y fácil que la cola la controlen no oscuros elementos en la calle, sino el propio consulado. Desde el punto de vista técnico eso no es complicado y se practica -"talones de espera"- hace tiempo en muchas instituciones públicas de España.

Además, hay. que aumentar la cantidad de funcionarios, ocupados en la expedición de los visados. No resultaría muy caro, puesto que el personal nativo se contenta con sueldos modestos y, a la postre, los gastos suplementarios se compensarían por el incremento del turismo ruso a España.

La mayoría de estos turistas, como mi amiga- y colega, ganan honradamente sus rublos, pero ahorrando pueden permitirse hoy ir a España. Felizmente, cada día son más, aunque la vida en Rusia no sea nada fácil. Así, hace dos años eran 70.000, el año pasado 200.000, este año se esperan más de 300.000. Eso, de alguna forma, favorece a la economía de España. Tan sólo por esa razón -dejando aparte los aspectos humanitarios que ahora ya no están de moda- valdría la pena buscar la forma de terminar con la ley del embudo en la expedición de visados en Moscú, poniendo en ello imaginación y empeño.- Corresponsal de Novedades de Moscú en España.

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